Entre prometer y prometer …. y nada ¡!

Se juega con las necesidades del pueblo

El caché, glamour, lisonja, nada nuevo

 

|Por: Jesús Fuentes Félix|

El prometer no empobrece, dicen que dijo el científico Benjamín Franklin — 1706 – 1790 —, Padre Fundador de los Estados Unidos.

Sí, cierto, el prometer no empobrece; a eso acaba de venir a Sinaloa el presidente Andrés Manuel López Obrador: ¡A prometer apoyos de todos colores y sabores en cantidades industriales, infinitos ¡!.

Observé videos cómo en Mazatlán la gente se le atravesaba pidiendo solución a problemas personales. AMLO les sugería que no vieran a Mario Delgado, que vieran a Rocha (Rubén Rocha).

A otros pedía que vieran a Jaime (Jaime Montes), para que les resolviera el asunto.

Así se la pasó en su recorrido por nuestra afable entidad, prometiendo aquí y allá sin ton ni son, hablando de supuestos apoyos económicos que se están dando — a gente necesitada.

Pero de promesas no vive la gente, tampoco de aire, — miles de estudiantes aún esperan su beca, los productores no reciben apoyos de ninguna especie, las escuelas de tiempo completo entran en crisis.

Y así de ese pelo …

Creo que si el delegado de Programas Sociales, Jaime Montes, estuviera cumpliendo cabalmente con su responsabilidad, la gente no tendría necesidad de plantearle problemas a AMLO en sus visitas.

Sin embargo, claro está — no resolver los problemas de la población es parte del juego político. El propósito es inducir, llevar a la población a pedirle al presidente apoyos directamente.

De esta manera el presidente se luce, se siente único, realizado.

Este caso de idolatría, de besamanos, — no es propio, exclusivo, del presidente López Obrador. Viene desde los tiempos de Plutarco Elías Calles o quizá mas atrás, desde los de Porfirio Díaz.

Se juega con el hambre del pueblo, no se resuelven problemas básicos para que el pueblo salga a las calles a pedírselos al presidente en sus visitas a la comunidad. Esa es la estrategia social.

Es parte, insisto, de un juego político, donde el presidente es la figura, el héroe de la película en sus visitas a las entidades.

Lo demás es su escenario, suyo totalmente; el glamour, el caché, la lisonja, las sonrisas, el apapacho y, el prometer … mucho prometer. Cancha abierta sin límites.

Mientras, los políticos quedadores de bien, los aduladores, revoloteando alrededor, atentos para el halago, con sonrisa a flor de piel.

Fíjense ustedes que, en mis tiempos de reportero en el mejor periódico de la región, acudí a algunas giras de Miguel de la Madrid, de Carlos Salinas e incluso de Vicente Fox, por Sinaloa.

A Salinas le encantaba compenetrarse entre los asistentes, abrazaba, daba besos y autógrafos a quienes se lo pidieran. Con justa razón dirán ustedes que era demagogia.

Se admiraba la valentía de Salinas, pues desde los tiempos del brutal sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, los anteriores presidentes temían involucrarse entre los asistentes en sus giras por los estados.

Salinas rompió moldes que, lamentablemente, fueron los que cortaron la vida del candidato Luís Donaldo Colosio, quien tuvo la osadía de compenetrarse en los mítines hasta que un fanático lo asesinó.

Esa es otra historia.

A raíz de ese funesto hecho, Ernesto Zedillo pocas veces visitó las entidades, pero cuando lo hacía, los gobiernos estatales lo blindaban con enormes vallas de acero.

Algo así Vicente Fox. En sus visitas a Sinaloa el gobernador Juan Millán lo tranquilizaba colocándole barreras aceradas por todos los tramos y lugares que recorría.  

En el año 2 mil, durante su campaña por la presidencia, Fox calificaba a Sinaloa como entidad de narcotraficantes, por lo cual exigía mayores medias de seguridad cuando venía.

A López Obrador al igual que aquellos, le gusta filtrarse entre la gente, ser abrazado, besuqueado, tomarse selfies, firmar autógrafos, como lo hacía su supuesto acérrimo enemigo, Carlos Salinas.

Resumiendo, aparte de venir a inaugurar el estadio de béisbol de Guasave, …. a qué más vino el presidente a Sinaloa?

El prometer no empobrece.

Opino que debiera jalarle las orejas al llamado súper delegado, Jaime Montes, para que cumpla con su chamba, evitando que los colonos, campesinos y obreros se le echen de montón en sus visitas.

Pero no olvidáis que también las necesidades juegan papel importante en la política. Si resuelven los problemas, la gente obviamente ni se acercaría al mandatario, ¿para que…?, dirían.

Vámonos recio ….

Lo que sucede – advierto – el señor Jaime está pensando más en la sucesión 2021 que en su chamba de delegado. Y cuidado.

La advertencia va también para Rocha, que le ha importado tejer más relaciones políticas con las cúpulas que con el pueblo sinaloense.

Pasen bonito inicio de semana …