|Por: Carlos Noé Cota|

La civilidad política hace escala en Sinaloa, toma nueva forma y obliga a generar mejores gobiernos. El gobernador electo RUBÉN ROCHA MOYA sigue sorprendiendo por su forma de hacer política, apostando al futuro y viendo el mañana con optimismo, sin quejarse y sin dar la espalda a la responsabilidad que habrá de asumir el 1 de noviembre próximo. El reto que tenemos sociedad y gobierno es enfrentar la dura prueba que estamos viviendo en economía, salud, seguridad pública, etc. la cual podemos superar con trabajo, armonía, tolerancia y unidad.

En Hermosillo Sonora, se realizó una reunión para conformar la alianza denominada “Pacifico del Noroeste mexicano”, donde participaron los gobernadores electos de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Nayarit y Sinaloa, donde RUBEN ROCHA MOYA propuso una agenda para impulsar el desarrollo agropecuario y turístico de la región noroeste, apostándole al futuro con grandes proyectos que benefician a esta vasta región. Ello demuestra que los nuevos gobiernos trabajan coordinada y tenazmente para utilizar de manera eficiente los recursos naturales con los que cuentan y minimizar las limitaciones financieras y humanas que tendrán.

Es tiempo de una planificación integral creando canales de comunicación, desterrando el desánimo, y asumiendo actitudes de participación social. La postura asumida por el Senador MARIO ZAMORA GASTÉLUM, de ponerse a las órdenes del Gobernador electo RUBÉN ROCHA MOYA y de Sinaloa, manda una lectura de civilidad política. También en el municipio de Ahome el alcalde electo GERARDO VARGAS LANDEROS y MARCOS OSUNA dejaron atrás malos entendidos y se dan la mano como muestra de madurez política.

MANUEL GUILLERMO CHAPMAN MORENO, alcalde en funciones y próximo diputado federal, sigue trabajando para lograr que su administración proporcione, en su medida y mediante la concertación social, los servicios constitucionalmente fundados y establecidos por ley, con actitud distinta al pasado a pesar de las limitaciones económicas por los efectos de la pandemia de Covid-19. El alcalde BILLY CHAPMAN, sigue haciendo un llamado a la reflexión para reconstruir la vida del país, atendiendo a las madres que sufren por la desaparición de sus hijos; equipando dependencias de servicios públicos y de Salud para combatir la pandemia, entregando su administración más de 100 mil despensas a familias necesitadas y dejando la semilla de la participación social.

Ahora solo queda esperar que partidos, organizaciones políticas y otros actores, también levanten la voz y se sumen a favor de Sinaloa bajo un pacto de unidad y trabajo. De lograrlo, pronto veremos un mayor progreso en materia de servicios públicos, salud, educación, empleo y seguridad pública.

La política de industrialización puede ser un medio importante para levantar el vuelo, para ello se requiere un Estado facilitador y atractivo a la inversión privada, lo que ayudará a mejorar la calidad de vida de la población sinaloense. Partiendo de una visión de productos generados en el Estado, comunicaciones y medios de transporte, pero sobre todo, reconociendo diversidades, climas, agua, puntos de comercialización y mano de obra.

El reto de la justicia social será eficazmente afrontado cuando veamos disminuir las diferencias en la distribución de la riqueza y no quitándole arbitrariamente a unos para darles a otros, sino produciendo más y repartiendo mejor cargas y beneficios. Revalorando socialmente el trabajo productivo y la organización colectiva de esfuerzos como tarea de todos y no solamente de los gobiernos en turno.

El reto de la justicia es trabajar en equipo del brazo de los obreros, amas de casa, maestros, estudiantes, indígenas, campesinos, empresarios, etc. Toda vez que con el consenso de todos se aumenta la participación y también la productividad; con su fuerza se mejora gradualmente la calidad de vida y con responsabilidad se da también sustento a un crecimiento sostenido.

El gobierno, maestros y padres de familia deben participar unidos para mejorar la calidad de la educación. En el nivel superior, profesores, investigadores y estudiantes tienen la oportunidad de replantear el papel de las universidades en esta nueva etapa histórica que vive el país. Sinaloa tiene nuevas generaciones con un gran potencial que no debe desperdiciar.

En el campo se tiene una enorme tarea por desarrollar. Se debe transitar de una relación desigual de las instituciones con la sociedad y de la ciudad con el campo, hacia nuevas formas de corresponsabilidad. Mientras que en los problemas urbanos no hay otro camino más que el de ordenar las decisiones básicas en función del interés general, y concertar con la amplísima gama de su tejido social nuevas soluciones que logren un mayor equilibrio y bienestar.

La reducción de los abismos entre los que tienen todo y los que legítimamente reclaman un mayor bienestar no puede ser un programa a futuro, sino un programa de soluciones inmediatas ¿Qué esperamos para mejorar?