|Por: Guillermo Bañuelos|

Lo más ordinario en la ciudad es enterarnos de la muerte de peatones y ciclistas en la vía pública. Lo extraordinario es nuestra aparente y brutal indiferencia.
Los diarios y las redes, así, nos recuerdan que la muerte acecha en las calles.

Estas noticias se publican a una velocidad increíble, aunque olvidamos los sucesos al instante.

Los reportes periodísticos son escuetos y fríos, adecuados al perfil de la inmensa mayoría de los receptores: una masa amorfa de ciudadanos indiferentes al aspecto humano que contienen este tipo de desgracias… evitables en la mayoría de los casos.

Sólo de manera extraordinaria ocurre alguna reacción concreta de las autoridades, lo que sucede cuando uno de esos hechos de viraliza.

Es entonces cuando la autoridad competente refrenda su ‘compromiso’ de actuar y proteger la seguridad de quienes nos movemos a pie o en bici.

Sin una política pública específica para transformar verdaderamente la fisonomía urbana y adecuarla a la escala humana, las «soluciones» ensayadas han sido puntuales y escasas: la construcción de algunos pasos peatonales -rampas- y dos o tres puentes peatonales retirados. Claro está que, como arranque, eso parece bien, pero los resultados indican que una pinta de cebra de banqueta a banqueta no hace verano.

Ya viene la lucha electoral, que seguramente será una guerra despiadada, según la víspera. En el pasado, durante las campañas, el tema de movilidad no ganó mayor atención ni propuestas, lo que se sustituye equivocadamente con prometer más puentes y bulevares, lo que solo es útil para fomentar una motorización más acelerada y empeorar las cosas.

Los asuntos principales de las campañas, en realidad, tienen que ver con el golpeteo político y la denigración de los adversarios considerados enemigos.
Bien vendrían a la ciudad una tregua a la violencia política y propuestas integrales de solución a los problemas urbanos, acompañadas de campañas de educación que provoquen cambios verdaderos sobre todo en los conductores.

Esperemos que algún o algunos candidatos, más allá de buscar obtener el poder por el poder, se comprometan a adoptar soluciones verdaderas. Ya es hora. Es urgente.

*Por cierto, hartos por la muerte de peatones y ciclistas, un grupo de activistas pintarán hoy en Culiacán una ciclovía ‘emergente’. La cita es a las 5:30 P.M. en Zapata y Bravo (Culiacán).

 

PANDEMIA Y 4T

Ayer, al término de una entrevista al director del IMSS, Zoé Robledo, en su programa del Canal ONCE, el politólogo Gibrán Ramírez remató: «Contra lo esperado por los agoreros del desastre, la PANDEMIA no destruyó a la 4T».

En efecto, la 4T goza de cabal salud. Las únicas perdidas lamentables, hasta hoy, son los fallecimientos de 114 mil personas (o el doble, quizá), afectadas por Covid.

Lo demás va bien.