Por: Rosy Gámez|

Mientras Cuén Ojeda, cuán Quijote de la Mancha, se enfrenta sólo a la batalla sin que haya una política pública transversal en Sinaloa, para atacar la pandemia.

Y el colmo es el anuncio a regreso a clases presenciales el 31 de enero en educación básica, secundaria, media superior y superior en el punto más alto de la pandemia.

Da la impresión que la Secretaria de Educación Pública y Cultura, Graciela Domínguez Nava no entiende la racionalidad de Cuén Ojeda de alertar por la gravedad por la emergencia sanitaria.

El anuncio es unilateral y contundente: ¡ todos a clases! En tanto, en la Universidad Autónoma de Sinaloa también se anuncia regreso presencial, sin tomar en cuenta la alerta emitida por Cuen Ojeda. Es grave, este diálogo de sordos.

También resulta grave que el SNTE 27 no salga a decir está boca es mía en favor de la salud de los maestros, ni tampoco el SUNTUAS como si la vida de los maestros universitarios no valiera.

Sin duda, problemas de sumisión de sindicatos charros. Por si fuera poco este escenario tampoco escuchan a Cuen Ojeda, los alcaldes Jesús Estrada Ferreiro y el Químico Benítez de Mazatlán. El primero con su béisbol y el estadio a reventar no acata la estrategia de salud. El segundo, con su insistencia, casi enfermiza, de realizar el carnaval internacional de Mazatlán en febrero.

Ambos alcaldes exhiben una actitud irresponsable.

Finalmente, es importante mejorar la coordinación y comunicación intergubernamental entre el Secretario de Salud, Cuen Ojeda, Sepyc y alcaldes, para atacar en forma efectiva la pandemia.