Adelgazamiento, reclamo popular

Dietas, las de los trabajadores comunes

Falta legislar contra diputados aventureros

 

|Por: Jesús Fuentes Félix|

 

En mi punto de vista, la reducción en Sinaloa de diputados y regidores fue por exigencia, reclamo, de la población adolorida, asqueada, abandonada y crítica contra los políticos y malos gobiernos.

La gente desde siempre ha criticado la labor de los legisladores, preguntándose por qué sesionan sólo dos días a la semana y porqué perciben enormes sueldos, superiores a los trabajadores comunes.

(Dietas les llaman a sus ingresos y la verdad no sé por qué chingaos les llaman así, si de dietas no tienen nada).

Sueldos de dieta son los que recibe el grueso de la población que apenas alcanza para mal comer. ¡Esas sí son dietas …!

El abandono social ha causado enfado contra los representantes populares, de tal forma que la gente cuestiona el qué hacer, tráfico de influencias, paracaidismo, chapulineo y hasta el caciquismo.

Se han enviado mensajes de molestia y queja contra el qué hacer legislativo, los fabulosos sueldos y el alto número de diputados para tan poco trabajo.

Quirino Ordaz en campaña en el 2016, recogió mucho malestar en este sentido, situación que provocó en febrero de 2017 enviara iniciativa al Congreso para reducir a 30 la cantidad de legisladores.

En la purga también se disminuyó el cuerpo de regidores municipales, de 233 a 171.

El 28 de marzo de 2017 la 62 Legislatura reformó los artículos 24 y 112 de la Constitución Política de Sinaloa para bajar el número de diputados y regidores, decisión que fue aplaudida por la sociedad.

Un total de 33 diputados votaron por las modificaciones y 3 en contra, dos del Morena y uno del PRD se opusieron. Amagaron con acudir a los tribunales, alegando ilegalidad, pero todo quedó en simples amagos.

Con el adelgazamiento, partir de la 64 Legislatura, el Pleno se integrará de 18 legisladores de mayoría relativa y 12 de representación proporcional, desapareciendo el de 24 de mayoría y 16 plurinominales.

El propósito, lo estableció el gobernador en su iniciativa de reforma, es — reducir el gasto presupuestal para destinarlo a la ejecución de obras públicas y sociales.

En la redistritación se tuvo cuidado para que todos los municipios tengan cuando menos un diputado, aún los pequeños.

Reitero, — en mi punto de vista la reducción tuvo su origen al persistente reclamo popular derivado del exceso de legisladores, con abundante nómina presupuestal y pocas horas de trabajo.

Estoy de acuerdo, se redujo la plantilla, pero a la austeridad le han sacado la vuelta, la han capoteado y, ahí están los resultados, diputados devengando enormes sueldos, de primer mundo.

La población no comprende por qué sus representantes vivan económicamente en el paraíso, en la opulencia, mientras ellos vivan en la escasez, en la hambruna.

Como que la relación no es pareja.

Lamentablemente la reforma de marzo de 2017 no tocó aspectos también importantes como el de cacicazgos familiares y grupales, tráfico, componendas, sobornos, requisitos de academia, etc.

La austeridad, la supuesta austeridad en el Congreso, es pura faramalla. Aquí está el dato más evidente: A 15 diputados les acaban de descontar un día de “trabajo”, cinco mil pesos a cada uno.

Cinco mil pesos diarios la supuesta dieta de un diputado, cuando ese es el sueldo del grueso de la población durante un mes ….!!. Hágame el favor!¡. Claro, es el paraíso.

Si algo hizo bien la anterior legislatura, el número 62, fue la reducción de diputados, aun cuando faltó por legislarse en otros renglones para evitar legisladores saltimbanquis, aventureros, mercachifles, acomodaticios.

Vámonos recio …