|Por:  José Angel Sánchez López|

 

La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza.     

Napoleón

 

Los gobiernos de la llamada Cuarta Transformación se han venido exhibiendo que son iguales o peores que los que les antecedieron.

Si algunos alcaldes que llegaron al poder no por méritos ni trabajo propio sino montados en la ola lopezobradorista han exhibido sus incapacidades y rapiña, la mayoría de diputados sean federales o locales no se quedan atrás.

Al margen de lo que sucede en la Cámara baja y también en la alta del Congreso de la Unión, en el Congreso local no solo no hay productividad de su bancada morenista, sino que afloran sus revanchismos políticos y afanes de demostrar que son superiores a los otros poderes y surgen también los desencuentros por sus afanes de lucro y poder.

Los desencuentros surgieron en aquella sesión que terminó en la madrugada del primero de enero de este año cuando se discutió el presupuesto del Estado. Ahí surgió el primer brote de divisionismo. 

Luego el rechazo a la iniciativa de los matrimonios gay que provocó el enjuiciamiento de los diputados  morenistas que no dieron su voto aprobatorio y provocaron el rechazo.

Ahí se vió claramente la división de la fracción.

Pero lo mas grave se dio la semana pasada cuando 14 diputados firmaron un documento desconociendo a Graciela Domínguez como coordinadora de la fracción y presidente de la JUCOPO “eligiendo” a Graciela Covarrubias para presidir esa organismo.

Pero mas pronto que inmediatamente cuatro de los 14 se retractaron y el asunto quedó en “stand bay”.

Algidas reuniones sucedieron y finalmente el miércoles, previa intervención del Senador Rubén Rocha Moya las aguas parecieron volver a su cauce, aunque no del todo.

Hubo negociación en la que afloró uno de los principales motivos de la rebelión: dinero y reparto del poder.

Atrás quedó la intención del torpe alcalde de Mazatlán Luis Guillermo “El Químico” Benitez que dirigió la asonada para afectar a Rocha Moya y despejar su presunto camino a la candidatura para el gobierno del Estado.

¡Soñador el hombre!

Merced a esa negociación Graciela Domínguez continuará al frente de la coordinación de la fracción parlamentaria y la Presidencia de la Junta de Coordinación Política, pero acotada.

Acordaron la creación de dos nuevas vice coordinaciones de la fracción, una de Procesos Legislativos que pondrá a Cecilia Covarrubias a un lado de Graciela Domínguez y la otra de Vinculación Social para Rosario Romero López que no estuvo al lado de los golpistas.

Además designaron un Comité de Administración de los Recursos del Grupo Parlamentario el que quedó integrado por los diputados María Victoria Sánchez Peña, Yeraldine Bonilla Valverde, José Antonio Crespo López y Juan Ramón Torres Navarro, todos del grupo que quiso desbancar a Graciela.

Y también hubo premio para Pedro Alonso Villegas Lobo al crearle una vocería auxiliar de la fracción.

El verdadero trasfondo de la asonada, independientemente de lo político estaba en los recursos.

Los inconformes querían mas dinero y lo lograron.

Además de que las decisiones del reparto estarán en el Comité de Administración, los pobrecitos legisladores se acordaron restituir el aguinaldo, pero éste será de 154 mil pesos, ¡casi el doble de lo que recibían los legisladores de la anterior legislatura!

Acordaron también asignaciones para “gestoría” y mas gasolina.

“Prestaciones” éstas que van en contra de la austeridad proclamada por el Presidente López Obrador.

Y si usted piensa que el reparto fue una especie de ¡”operación cicatriz” está muy equivocado.

La fracción morenista se está desmoronando.

Los celos, las envidias y las ansias de mas poder están presentes en varios de los diputados que harán lo posible por hacerle la  vida de cuadritos a la coordinadora y presidente de la JUCOPO.

Ya lo veremos!