Septiembre Negro

Tragedias sin culpables

 

|Por: Jesús Fuentes Félix|

Septiembre se ha convertido en mes de tempestades, de desgracias y llantos, desde que entró a Culiacán en 1531, Nuño Beltrán de Guzmán. 

El terremoto de 1985 en la ciudad de México, luego en 2015, –pruebas evidentes, drásticas y lamentables que marcó a los mexicanos para siempre, en la incertidumbre y el terror.

El huracán Manuel, el 19 de septiembre de 2013, destructivo, letal, poniendo a prueba los canales y drenajes pluviales de Culiacán y cinco municipios más de Sinaloa.

La tormenta tropical 19 – E, el 19 de septiembre de 2018, en Culiacán, causando la muerte de tres mujeres ahogadas en el arrollo El Piojo, en la colonia Seis de Enero.

Una de ellas aún no aparece.

Tragedia que provocó el cese laboral de dos altos funcionarios estatales, uno por repartir colchones podridos y, otro, por no suspender clases el día que azotó el chubasco.

Sin embargo, no fue despedido el director de Protección Civil pese a que se demostró y evidenció que no alertó en su oportunidad a la población acerca de la andanada ciclónica.  

En septiembre, — septiembre negro – el viernes en Culiacán, una estudiante muere ahogada – desaparecida – arrastrada hacia un canal de desagüe abierto criminal e irresponsablemente.

Y no hay culpables, misteriosamente.

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Reflexiono y concluyo que las lluvias sobre la ciudad de Culiacán en los últimos años, evidencian problemas graves, críticos, en la red de drenaje pluvial.

Cualquier lluvia, por pequeña que sea, inunda letalmente la ciudad y sus alrededores, con fétidos olores de aguas negras, a causa de drenajes desbordados.

Es un problema de salud serio, grave, delicado.

Las autoridades sanitarias, incluso la propia población civil, culpan a los ciudadanos de ser los causantes de las inundaciones al tirar basura a los drenajes pluviales.

Puede ser una probabilidad, sin embargo no descarto que el sistema pluvial es muy deficiente, anacrónico, viejo, — en Culiacán y en las demás ciudades de Sinaloa.

La hediondez que despiden las alcantarillas después de las lluvias, es más que evidente.

Aparte las horribles inundaciones a las que ya nos estamos acostumbrando por cualquier llovizna.

Es cuestión de analizarlo en los siguientes días …

Mientras, en la tragedia de Alejandra, no hay culpables.