• Un martirio para pacientes conseguir ficha diaria
• Sala de espera como lata de sardinas
• Hacen falta médicos o … hay apatía

 

|Por: Jesús Fuentes Félix|

Algo se tiene que hacer, a manera de urgencia.

La clínica familiar que el ISSSTE tiene en el fraccionamiento Stase, – boulevard Diamante casi esquina con boulevard Enrique Cabrera, — es ya insuficiente para atender a su padrón de 30 mil derecho habientes.

Funciona desde 1990 y fue programada para atender en exclusiva trabajadores al servicio del gobierno del Estado, pero con los años le fueron agregando burocracia de la Federación.

En los últimos meses o últimos años, la atención se ha deteriorado, de más a menos, de mal en peor, aparentemente por carencia de equipo y personal médico, llevando al módulo a deplorable condición.

El local que en su tiempo original fue casa habitación de tres recámaras, con su sala, — se ha convertido en peligrosa lata de sardinas a causa que no hay espacio suficiente para la espera.

Una sala de espera con tan sólo 20 asientos para 40 – 50 personas procurando atención médica en horas pico, ancianos en su mayoría o con enfermedades generadas por virus, susceptibles de contagios.

Es costumbre que quienes no alcanzaron asiento tienen que esperar en las banquetas, entre arbustos y carros, castigados por los rayos del sol o del frío, según la temporada, incluyendo ancianos y niños.

Pero el problema más severo, drástico, que amerita solución urgente, es la ausencia de fichas para la atención médica diaria.

Inexplicablemente sólo se otorgan entre 15 y 20 fichas en el día, situación que obliga a los enfermos a madrugar para el pase, mientras quienes no tuvieron suerte se tienen que curar con saliva.

Necesaria una reorganización, un marcaje, pues es inaudito que los pacientes no tengan certidumbre para conseguir ficha y, lo peor, por consecuencia, — su enfermedad resulte agravada.

El malestar está generando crisis colectiva, más cuando desde el mismo módulo invitan a los pacientes que no alcanzaron cita, a que acudan al área de urgencias del hospital regional a recibir atención.

En lo personal me parece una burla, pues trasladarse al área de urgencias del nosocomio, implica mayores gastos y sobre todo tiempo en el que pudiera agravarse la salud.

Una burla, porque los enfermos al no conseguir el pase para con su médico familiar, tienen que buscar servicio en las farmacias similares con los correspondientes gastos que les generará.

Observo hace falta una reorganización en la clínica, porque no es posible que se cuente con ocho médicos familiares y sólo se atiendan entre 15 y 20 pacientes en el día, incluyendo a los crónicos.

No es posible que mucha gente quede sin revisión médica o tenga que madrugar para obtenerla e incluso, lo peor, tenga que recurrir a farmacéuticos particulares para atenderse.

Si tienen ISSSTE y se pagan cuotas, no se explica entonces porqué tanta indolencia y carencias en ese establecimiento de medicina social que fue orgullo del gobierno hace 30 años.

Hace falta que quienes dirigen el ISSSTE se pongan las pilas. Si hacen falta médicos, hay que ponerlos; y si es necesario reconstruir el local, hay que reconstruirlo, porque evidentemente ya es insuficiente.

En esta clínica hay mucho que reorganizar, mucho qué explicar.

Explicar el porqué los médicos laboran solo medio día para atender únicamente entre 7 y 10 pacientes.

Explicar el porqué no se brinda atención por la noche para urgencias, y, porqué no hay servicio médico los fines de semana, cuando menos medio día entre sábado y domingo.

Ante todo, explicar con razonamientos, el porqué se conceden tan pocas citas — entre 15 y 20 diariamente – cuando se disponen de 8 o 10 médicos en la plantilla laboral.

Algo está ocurriendo en el módulo, pero lamentablemente los pacientes son los dañados, porque es tanta la apatía, que ni la presión y el peso se revisan, muchos menos se aplican vacunas.

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Actualmente siete candidatos se disputan la Secretaría General del STASE — Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado — y no he visto a alguno que se refiera o pronuncie contra la indolencia y graves carencias que está atravesando el referido módulo de medicina, exclusivo para la burocracia estatal.

No veo un plan para mejorar esta importante conquista social.

Se aceptan opiniones, principalmente de derecho habientes y personas interesadas en la solución del problema expuesto.