|Por: Guillermo Bañuelos|

 

Escasa información acerca del proyecto, escepticismo -explícable-  de la sociedad, una traza urbana deficiente, mala administración de los permisionarios y otros factores hacen que la idea de implantar un Sistema Integrado de Transporte -SIT- similar al Metrobús de CDMX en Culiacán sea vista, en general, como algo lejano, utópico.

Al igual que otros proyectos o intervenciones urbanas de alto impacto, éste carece también de un elemento fundamental para lograr simpatía social y prosperar: la participación ciudadana.

Extrañamente, se omite un ejercicio elemental de la gobernanza.

Esta omisión demuestra que los planificadores y promotores locales de la movilidad y del desarrollo urbano aprendieron poco -o nada- de  proyectos fallidos recientes.

Para muestra, un botón: con el respaldo del gobierno estatal, en 2018 un grupo de empresarios presentó el llamado Paseo Mundial, un plan que vendría a detonar el amplio polígono que conforman las colonias Chapultepec, Fovissste, Tierra Blanca, Gabriel Leyva y Burócrata, principalmente.
El Paseo Mundial elevaría el valor y la plusvalía de la zona, atraería grandes inversiones, elevaría la calidad de vida de los vecinos y otorgaría un plus a una ciudad urgida de presentar un nuevo rostro y de desterrar el estigma del desorden urbano y de la violencia cotidiana.

Sin consultar a la gente, la ejecución del proyecto inicio de un día para otro y, no obstante sus bondades, encontró el rechazo unánime de una comunidad desinformada e influenciada por versiones descabelladas.

En algunas colonias cundió la alarma cuando trascendió que el Paseo Mundial incluía ciclovías, lo que ocasionaría que ‘cualquiera’ circularía por sus calles; se limitarían además los espacios para el estacionamiento de autos en la vía pública -lo que para un automovilista típico de Culiacán es letal- y se rompería la paz que han disfrutado durante décadas.

Actualmente, no hay información sobre el avance y el futuro del Paseo Mundial. Los promotores del mismo no subsanaron el error original: ignorar a los vecinos. Ya era tarde para intentarlo.

En el caso del SIT, los planificadores y promotores del proyecto parecen tropezar con la misma piedra: han evadido hasta hoy el diálogo con la sociedad, ignorando que esta ya no acepta fácilmente las imposiciones.

El SIT, además de urgente, de lograrse, sería el eje principal de un nuevo esquema de movilidad urbana en la ciudad y beneficiaria a cientos de miles de usuarios que hoy, como ocurre desde hace décadas, esperan un servicio de transportación eficiente, moderno, accesible y seguro.

¿Pero es utópico el proyecto SIT Culiacán? No. Sobran casos de éxito en México y Latinoamérica que demuestran lo contrario.