Sin duda, el paisanaje es un rasgo presente en el desempeño de muchos gobernantes. Éste se expresa en su predilección hacia determinados zonas o municipios sobre los que ejerce su mandato. Como ejemplo, recordemos el cariño traducido en obras por Mario López Valdez y Francisco Labastida hacia la zona norte; o de Antonio Toledo Corro y Quirino Ordaz Coppel hacia el sur y, concretamente, Mazatlan.

Desde su campaña, Toledo Corro hizo una promesa casi  juramento con una frase: ¡Llegó la hora del sur!, lo cual no era ni es condenable pues el atraso de muchas comunidades de aquella zona era real y atribuible al olvido de gobernantes anteriores.

Antes de Toledo, Alfonso G. Calderón Velarde (oriundo de Calabacillas, Chihuahua), quien desde los 7 años de edad vivió en San José de Gracia, Sinaloa, distinguió su gobierno con una atención especial a la zona de los altos, marcada desde  entonces por un grado de marginación muy alto y manchada por el estigma del narcotráfico. Calderón proclamó entonces que la sierra recibiría un impulso sin precedentes en su gobierno, como ocurrió.

Quirino Ordaz Coppel prestó atención especial a Mazatlán, municipio al que asignó fuertes inversiones en infraestructura que favorece directamente al sector turismo. 

Sin disponer del monto exacto de la inversión pública estatal aplicada aquí, podemos suponer que ésta supera claramente a la destinada al resto de los municipios, aún a Culiacán, aunque supera dos veces la población de Mazatlán.

El impacto de la inversión estatal durante el quinquenio de Quirino Ordaz es evidente. Grandes obras urbanas transformaron notablemente el rostro del principal destino turístico de Sinaloa y ampliaron sus atractivos.

Sin embargo, la preferencia de Quirino hacia Mazatlán generó ruidosos cuestionamientos de muchos observadores que atribuyen tal predilección al hecho de ser él y su familia importantes empresarios hoteleros.

Rubén Rocha Moya, quien nació en Batequitas, Badiraguato, desarrolló su carrera política y su vida familiar en Culiacán. Por ello podríamos  deducir que su gobierno favorecerá a la capital de Sinaloa, sin que su arraigo lo obligue a pagar una cuota especial de paisanaje en favor del municipio más poblado de Sinaloa.

¿Cómo evitar el peso del paisanaje y sus consecuentes efectos en las poblaciones menos favorecidas? Quizá la mejor alternativa sea la implementación de programas de desarrollo estatal que definan criterios equitativos para el reparto de los recursos, y programas en función de factores demográficos y del propio grado de marginación de cada municipio con el objetivo de  equilibrar oportunidades de mejoramiento de las diferentes zonas. Hablamos aquí de planificación.

Pero la disparidad en las oportunidades que recibe cada zona no es un fenómeno exclusivo de Sinaloa. El caso de Guerrero es un buen ejemplo. Ahí, el presidente Miguel Alemán cargo la mano y las inversiones federales en favor de Acapulco, que desde los 50 despegó como sitio turístico internacional de primer orden. No obstante, el resto del territorio guerrerense permanece en la miseria y con enormes contrastes. Ahí, la miseria y la violencia son la marca.

PLAN DE MEJORAMIENTO URBANO, A MAZATLÁN
Por cierto, Mazatlán es la primera ciudad que entrará al Programa de Mejoramiento Urbano (PMU) en Sinaloa, confirmó Rubén Rocha Moya. Tal programa operado por la Sedatu fue creado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para rescatar las zonas con rezago urbano y social principalmente en destinos turísticos.

El anuncio fue hecho por Rocha al participar en el inicio de la obra de pavimentación de la calle Delfín, en compañía del gobernador Quirino Ordaz Coppel, beneficiada con recursos del PMU. 

“Ya acordé con el presidente Andrés Manuel López Obrador que la primera ciudad que va a tener en Sinaloa el Programa de Mejoramiento Urbano será Mazatlán, el cual, fundamentalmente en destinos turísticos, busca atender ‘la parte de atrás’, esa que no es la franja turística, pero que son los trabajadores”, explicó.

A través del PMU se atenderán las colonias populares con una inversión de entre 400 y 500 millones de pesos, principalmente en vialidades, rescate de espacios públicos, áreas verdes, vivienda, y mediante intervenciones de mejoramiento integral de barrios, certeza jurídica en la propiedad y tenencia de la tierra, así como planeación urbana, metropolitana y de ordenamiento territorial con el objeto de reducir la brecha física y social en la aplicación de las políticas públicas urbanas.

PRESENTARA ROCHA MOYA EL GABINETE

El gobernador electo presentará mañana miércoles 27 de octubre los nombres de quienes integrarán su gabinete. Aunque el mismo Rubén Rocha ha ventilado la identidad de la mayoría de quienes ocuparán los puestos de primer nivel en su administración, habrá sorpresas.

Aunque no tenemos pruebas de ello, tampoco tenemos dudas.