/Puente Negro:   DEFENSA DEL PEATÓN/ Estrada Ferreiro tiene razón

Puente Negro:   DEFENSA DEL PEATÓN/ Estrada Ferreiro tiene razón

Escrito por: Redacción Ruta Sinaloa

|Por: Guillermo Bañuelos|

Muchas urbes han acelerado su avance en materia de gobernanza al lograr más calidad y mejor orientación de la intervención del Estado y, en consecuencia, en el respeto a los derechos humanos, particularmente de quienes caminan. Otras ciudades muestran un rezago en esta asignatura, pero tal situación empieza a cambiar en algunas, entre éstas Culiacán, aunque usted no lo crea.

¡Cuál cambio!, increpamos algunos. Expliquemos.

El 28 de noviembre de 2016 se aprobó la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano (LGAHOTyDU), que establece nuevos principios de accesabilidad universal y de una movilidad urbana que privilegie la configuración de  calles completas, los sistemas integrales de transporte público, peatonal y no motorizado; promover hábitos de movilidad  sustentable y de sana convivencia en las calles; desestimular el uso de los autos, y respetar la nueva jerarquía en el esquema de movilidad, en la que el peatón es primero.

La nueva jerarquía es representada con una pirámide que ordena las preferencias en el uso del espacio público (la calle, pues): primero, deben tener derecho las personas con movilidad  limitada  y los peatones; enseguida los usuarios de transporte no motorizados (bicis y otros), luego el transporte público de pasajeros y de carga, y abajo de la pirámide se ubican los usuarios del transporte particular: autos, motos y otros.  

La LGAHOTyDU es poco conocida debido a la escasa o nula divulgación de sus mandatos. Así, sus efectos son incipientes y, el alcance de sus ordenamientos, limitado.

En el caso de la nueva Zona Metropolitana Culiacán, hablamos de un conglomerado urbano que no llega al millón de habitantes, pero padece ya los traumas de otras grandes urbes: una mancha urbana extendida irracionalmente, que dificulta el desplazamiento de las personas y eleva  enormemente los costos de operación de la ciudad y la prestación de los servicios públicos; un nivel de motorización altísimo, con el consecuente caos vial sobre todo en hora pico, contaminación, y otros problemas.

EL ALCALDE ESTRADA FERREIRO TIENE RAZÓN

¿Hay un proceso de cambio en Culiacán? Sí.

Con cierto escepticismo, muchos culichis escuchamos hablar al nuevo alcalde Jesús Estrada Ferreiro desde su llegada de una serie de cambios que –dígase- parecen imposibles, entre ellos rescatar los espacios públicos invadidos por comerciantes informales e invasiones ilegales;  ordenar la convivencia en las calles y (esto ha resultado traumático para algunos conductores acelerados) y defender y rescatar los derechos de los peatones en una ciudad que lidera las estadísticas relativas al número de hechos de tránsito y de muertes en la vía pública por esa causa.

El tema no es nuevo, e incluso otros presidentes municipales ofrecieron lo mismo, pero cejaron casi de inmediato al ver la reacción de diversos grupos de interés o al calcular los costos políticos.

 Con base en los ordenamientos de la ley general mencionada, el abogado Jesús Estrada Ferreiro defiende sus posturas de manera impecable y, contra la usanza tradicional de la mal llamada ‘clase política’, asume riesgos sin temer a que se vea afectada su popularidad.   

Dígase, entonces: en la implantación de un esquema nuevo de movilidad urbana (que quizá no concluya en el trienio) y sobre todo en la defensa de los peatones, Jesús Estrada Ferreiro tiene razón. Si persiste y lo lograr, luego se lo reconoceremos. 

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