|Por: Carlos Noé Cota| 

Para poder librar la tempestad política que está a la vuelta de la esquina con su sucesión gubernamental, el gobernador QUIRINO ORDAZ COPPEL, debe seguir fortaleciendo sus líneas de conducción política para lograr mayor fortaleza y estatura política, tanto para lo estatal como para lo nacional. En el Estado, al gobierno federal lo ven como un aliado político, pero no puede caer en los cantos de sirena, mucho menos cuando el poder es un juego de intereses.

A nivel estatal, el tiempo está en su contra por una sucesión adelantada y sin control. Con un Presidente de la República, hábil y astuto que pretende usar a gobernadores del PRI como instrumentos de docilidad para sumar poder.

El Gobernador requiere voluntad política y control de un gallinero que parece estar lleno de agujeros, donde los pollos y las gallinas se le van de las manos y todos quieren ser gallos. Sus colaboradores flotan, sueñan y aspiran a llegar a diversos cargos de elección popular, descuidando responsabilidades, sin demostrar respeto y lealtad.

Con la renuncia o enroque de quien fuera su Secretario de Administración y Finanzas, CARLOS ORTEGA CARRICARTE, quiérase o no, se abre un boquete en un área estratégica que suministra los recursos necesarios para la administración pública y los programas existentes. El presente año va a tener el gobierno del Estado y los 18 municipios limitaciones financieras por la situación económica existente. El freno de la economía nacional va a hacer más lento el crecimiento económico de la entidad, además hay temor de la clase empresarial por las políticas fiscales de la federación y por la reducción del presupuesto al campo sinaloense.

El Secretario General de Gobierno, GONZALO GÓMEZ FLORES, como brazo derecho del Gobernador y hombre de toda su confianza, debe tener el margen de maniobra necesario para diseñar los programas estratégicos, visión y compromiso de apoyo al ejecutivo estatal, para que juntos puedan cerrar de la mejor manera la administración. En este último tramo de gobierno encontrarán pesimistas que ocultarán sus miedos y utilizarán el rumor como arma para desacreditar y justificar.

Seguirán encontrando deslealtades y traiciones, pero también hay optimistas que muestran entusiasmo y confianza en las acciones de un gobierno que tal parece comienza a despedirse. El Gobernador debe reunir a todo su gabinete y establecer reglas claras; hacerles una exposición y análisis de su visión tocante a su sucesión y formas de cerrar su administración, así como los momentos que vive su gobierno y retroalimentarse con la opinión de cada uno de ellos, de esta manera y junto al sentir ciudadano que palpa en sus recorridos, el Gobernador tendrá los ingredientes para no equivocar el camino.

La sociedad rechaza las viejas prácticas políticas de pactos y negocios de funcionarios del pasado y del presente, aquí es donde debe notarse la diferencia de QUIRINO ORDAZ y su antecesor. Se tiene el tiempo y el poder para castigar acciones del pasado, sin esperar el arribo de quien habrá de gobernar a partir del 2021. De momento el grueso de la sociedad sinaloense espera que se controle la violencia, se ponga un alto a los feminicidios, se acabe con la impunidad y se logre la paz y tranquilidad añorada.

En el medio político afloran jaloneos de todo tipo con tal de lograr algún puesto de elección popular, se cruzan apuestas a favor de unos y otros de los mencionados por lograr la candidatura al gobierno del Estado y Municipios como Mazatlán, Culiacán y Ahome. Las redes sociales están muy activas dando cuerda a los pretensos, pero también son especialistas en generar chistes políticos y en falsedades mismas que se esparcen a velocidades imparables. Cabe señalar que el grueso de la sociedad no le interesa la política y lo único que añora son gobiernos justos, responsables, honestos y sin demagogia.

El gobernador, debe terminar su periodo gubernamental con categoría, con las manos limpias y la frente en alto, con ello sellará la confianza ciudadana, diseñando medidas estratégicas correctivas internas y externas para los que no se sumen a las políticas y compromisos gubernamentales; así como con las necesidades e intereses de la sociedad sinaloense. El Gobierno es para usarse y él lo entiende y lo sabe.

Por su parte, las universidades públicas de Sinaloa, están viviendo una fuerte lucha interna: En la UAS, los grupos de izquierda de los años 70, renacen con perfiles de derecha y piel morena, en busca de poder, a sabiendas que esta tiene el control del Partido Sinaloense. La Universidad Autónoma de Occidente, el embrión de intereses políticos, crece a pasos agigantados al convertirse en importante trinchera electoral del 2021, y para ello requieren no perder el control, su rectora SYLVIA DIAZ CAMACHO, se encuentra secuestrada por los intereses que la rodean. En la Universidad Autónoma Indígena de México (UAIM) la rectora MARIA GUADALUPE IBARRA CECEÑA, no ha podido sentar en el banquillo de los acusados al ex rector GUADALUPE CAMARGO, en cambio se refleja como una mujer sedienta de poder, con dosis de soberbia y sobrada altanería.

El Congreso del Estado como institución representativa del poder legislativo, enfrenta una “capirotada” de intereses políticos, hay ausencia de experiencia legislativa en la mayoría de sus miembros y está convertida en trinchera política electoral. Particular importancia tiene también que el PRI a pesar de tener la gubernatura no tiene mayoría absoluta como fracción parlamentaria. Lo que hace que su coordinador SERGIO JACOBO GUTIERREZ, se convierta en la voz y director de una orquesta que ha perdido encanto electoral.

La geografía política, electoral, económica y social de Sinaloa, está ante un nuevo acontecimiento político como es el gobierno de MORENA, enfrenta el reto de la sucesión gubernamental de QUIRINO ORDAZ COPPEL y su sociedad es más demandante en lo cuanto a obras sociales, materiales y políticas. Ahora solo hay que esperar a que lleguen los tiempos electorales para saber quién será el ungido que llevará las riendas de Sinaloa por los próximos seis años.