|Por: Calos Noé Cota|

 

A lo largo de su historia, México ha tenido gobiernos de diferentes matices, ideologías, contrastantes, reformistas, caudillos y revolucionarios, pero también azules y Neoliberales. Se inicia el gobierno de corte imperial bajo el mando de AGUSTIN DE ITURBIDE, posteriormente fue establecida la República el 4 de octubre de 1824 con la promulgación de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos. A partir de entonces, hemos pasado por conflictos internacionales, guerras, la anexión de parte de nuestro territorio a Estados Unidos, invasiones de gobiernos extranjeros, constituciones, dictaduras como las de ANTONIO LÓPEZ DE SANTA ANNA y PORFIRIO DIAZ, revoluciones, expropiaciones, desmantelamiento de bienes e instituciones públicas hasta llegar a nuestros días con un gobierno que raspa en el populismo, sin saber a dónde nos llevará ni en qué condiciones terminará.

El descontento popular generalizado provocó el derrumbe de un sistema político que nos gobernó por décadas, y a pesar de que también dejó cosas positivas, estas se olvidaron ante los escándalos de corrupción, la inseguridad pública, el burocratismo, el derroche de recursos públicos, endeudamiento, democracia simulada y estilos imperiales de gobernar.

Vicios, mañas, problemas, avión presidencial, conductas heredadas y sin corte de caja, pasan diariamente al guion de las conferencias de prensa del presidente AMLO. Hoy, personajes identificados a ese sistema político del pasado buscan curar las heridas y abandonan terapia intensiva, sin darse cuenta que la sociedad del siglo XXI ya cambió. Mientras que en Estados Unidos de Norteamérica, tienen como huésped a GENARO GARCIA LUNA, cercano colaborador de VICENTE FOX y FELIPE CALDERÓN y conocedor de intereses obscuros que se dan entre el crimen organizado y grandes personajes de la política y los gobiernos del pasado.

El primero de diciembre en su toma de posesión, el presidente LÓPEZ OBRADOR, se comprometió a “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”. También marcó distancia con sus antecesores, para llevar a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública de México, delineando la ruta hacia la modernidad forjada desde abajo y para todos. Se comprometió a darles atención a los pueblos indígenas de México, mismos que siguen olvidados y marginados; a atender a todos los mexicanos sin importar creencias, sectores económicos o culturales. Sin embargo, la realidad es otra, a un año de gobierno el país se encuentra dividido y confrontado entre pobres y ricos, fifís contra chairos y liberales enfrentados a supuestos conservadores.

Se hizo el compromiso de mantener las estancias infantiles de la antigua Secretaría de Desarrollo Social y regularizar los CENDIS, se dijo que ambos programas tendrían los recursos garantizados en el presupuesto y pasarían a formar parte de las Secretarías de Bienestar y de Educación Pública”. Tal vez se les olvidó dicha promesa, pues de un plumazo desaparecieron las guarderías infantiles, culpando a la corrupción que prevaleció en dichos programas, en lugar de corregir y castigar.

También se dijo que en el 2019 estarían funcionando 100 universidades públicas con carreras acordes a cada región del país para atender con educación de calidad y sin pago de colegiatura a 64 mil estudiantes del nivel superior, cosa que tampoco se cumplió.

El presidente manifestó que se haría realidad el derecho a la salud de todos los mexicanos con atención médica y medicamentos gratuitos, por lo que prometió establecer a mediados de sexenio un sistema de salud de primera, como Canadá o los países Nórdicos. Y que se fomentará la actividad pesquera para mejorar la vida de las comunidades costeras y rivereñas. Se comprometió a no aumentar los precios de las gasolinas, gas, diésel y luz, y que solo se aplicará el componente de inflación, es decir, no habrá gasolinazos.

Los contratos de obra del gobierno se llevarán a cabo con la participación de ciudadanos y de observadores de la ONU. ¿Cuál será la opinión de miembros de las Cámaras de la Industria de la Construcción y otros? ¿Habrá un Estado de derecho?.

En cuanto a la Industria petrolera, se prometió destinar mayor inversión para producir más petróleo, gas y energía eléctrica, para así enfrentar la crisis que dejaron los políticos neoliberales y los responsables de la llamada reforma energética.

A un año y días del gobierno de la 4T, algunas promesas del presidente ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR, se han cumplido, otras no será nada fácil como el acabar con la corrupción, darle paz al país y lograr al final del sexenio un 4% en crecimiento económico.

La realidad es que se han perdido los equilibrios políticos; se sigue explotando la pobreza; se ha recompensado la pereza y ahora la llamamos “ayuda social”, bajo el impulso de la Secretaría de Bienestar; se abusa del poder y aun así se le llama 4T; se ridiculiza el progreso de otros y se les dice “fifís”; se le da cuerda a la intolerancia y todo por brindar tributo al poder.

Por el bien de todos debemos empujar a México para resolver los graves problemas que padece, unos heredados otros provocados por diversos intereses y necesidades que provocan los nuevos tiempos. La reducción de los abismos entre los que tienen todo y los que legítimamente reclaman un mejor bienestar no se logra con gobiernos simuladores, mucho menos con ocurrencias. Si hemos de recuperar el crecimiento, la tranquilidad y armonía, tendrá que ser a partir de una estrategia que permita la participación de gobierno y sociedad.

La población mexicana ha realizado grandes sacrificios impuestos por la crisis y diversos factores, es tiempo de retribuirlos mediante avances sociales palpables, permanentes, con esfuerzo renovado y con la participación comprometida y solidaria de todos y no de unos cuantos ¿Podrá ser esto posible?