Discurso de Juan Manuel Partida Valdez, -Presidente de la Asociación de Periodistas de Sinaloa-
Siempre tenemos algo que festejar en este que llamamos el día del periodista.
Por eso reconocemos hoy a nuestro agremiado Rafael Sánchez Rendón, un ejemplo de lucha en el periodismo y en la vida.
Muchas felicidades Rafa, y a toda tu orgullosa familia.
Nos congratula que en estos difíciles tiempos de persecución y acoso contra el libre periodismo hay compañeros que con gran valentía ejercen la labor de informar y formar opinión.
Nada fácil resulta frente al poder del dinero que somete a empresarios de la comunicación.
Aquí hay varios colegas que me han expresado su pesar por las censuras que sufren, por las órdenes de sus jefes de que oculten algunas verdades y que mientan a sabiendas.
El presidente de la república y el gobernador del estado son cabezas visibles de interminables campañas de linchamiento contra quienes nos atrevemos a disentir.
Este miércoles -como si le faltara-, Andrés Manuel López Obrador nos amenazó de nuevo con revisar el comportamiento de los medios.
A esos que pretenden una prensa sumisa y aplaudidora, les reiteramos que los periodistas no somos empleados de los gobiernos ni de los gobernantes.
Nuestro compromiso es y debe ser con el pueblo.
La obligación de que las noticias y las opiniones se compaginen con la verdad y con la justicia.
Pareciera que nos excedemos sobre el ser y el deber ser, pero de ninguna manera es así.
Estamos obligados a ser autocríticos.
A reflexionar y corregir, frente a quienes nos acusan de traicionar a la sociedad.
Nunca ha sido ni será una tarea fácil, porque resulta imposible satisfacer a quienes entre ellos mismos discrepan de lo que es y lo que debe ser correcto.
La libertad de expresión sufre ahora los peores ataques de la historia.
Nadie se escapa, incluyendo los aliados del poder.
No sabemos lo que nos espera con el cambio de gobierno federal, que desde ya nos amenaza con limitar nuestras libertades constitucionales.
Merecemos y exigimos respeto absoluto a la tarea de los comunicadores.
A López Obrador y a Rubén Rocha Moya les reclamamos que cesen sus ataques, y a la próxima presidenta que no continúe con esas agresiones.
A las instituciones que se suponen están para proteger nuestros derechos, que cumplan sus obligaciones.
Nuestro reclamo de justicia en el asesinato de Luis Enrique Ramírez Ramos.
Es inconcebible el reconocimiento oficial de que sus homicidas fueron protegidos desde la fiscalía estatal.
Este caso nos ilustra el desamparo en el que vivimos.
Son muchas las agresiones pendientes de resolver.
La impunidad nos agravia y nos ofende, mientras el gobierno es criminalmente omiso y cómplice.
Continuaremos luchando sin descanso.
Ni un periodista más, ni un periodista menos.
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