Un salvadoreño y su hija de casi dos años de edad mueren al intentar cruzar el río Bravo hacia Estados Unidos
- El drama de la crisis migratoria centroamericana ha sido plasmado en una foto.
Junio de 2019.- El hallazgo este lunes de los cuerpos sin vida de Óscar y Valeria Martínez, un hombre salvadoreño y su hija de un año y 11 meses, ahogados en las orillas del río Bravo ha sacudido al país.
La tragedia en la frontera que separa México y Estados Unidos se da en medio de un recrudecimiento de la política migratoria mexicana, tras alcanzar un acuerdo con la Administración de Donald Trump. El padre, la niña y su madre, quien dio aviso de lo que había sucedido, habían dejado El Salvador y emprendido el viaje hacia EE UU por falta de recursos, según ha asegurado su familia.
El suceso se dio el domingo por la tarde. Al llegar a Matamoros (Tamaulipas) a finales de la semana pasada, la familia salvadoreña se encontró con una ciudad colapsada por la migración. Las ganas de alcanzar territorio estadounidense y una larga lista de espera para poder ser atendidos por la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de EE UU fue lo que motivó el cruce a través del río, según ha afirmado un hermano de Martínez a Efe. «Muchos tienen la teoría de que si llegan nadando les van a dar asilo, y por desesperación se lanzan al río en vez de esperarse en una estación migratoria», relata Abraham Pineda-Jácome, corresponsal de la agencia en el lugar.
«La madre nos contó que su marido se había metido con su hija a cruzar el río hasta Brownsville (en Texas) y cuando regresó a cruzar a la mujer, la niña se aventó al agua. No sé si pensó que estaba jugando, pero cuando se la llevó la corriente les dijo adiós», cuenta a este periódico Julia Le Duc, una de las fotógrafas que presenció el operativo. Los gritos y la desesperación de la mujer atrajeron a los que pasaban por el lugar, quienes terminaron por llamar a las fuerzas de seguridad de Matamoros. La tarde del domingo se montó un operativo pero al llegar la noche se suspendió hasta el lunes por la mañana, cuando los agentes dieron con los dos cuerpos sin vida a unos 500 metros del lugar donde se perdieron.
En la imagen se puede ver a la niña dentro de la camiseta de su padre y con un brazo sobre el cuello del hombre. «Parece que en su desesperación metió a la niña en la camiseta para no perderla en la corriente y lo que sucedió es que la corriente se los llevó y los dos se ahogaron», señala Le Duc. Después de partir en abril de El Salvador, la familia había ingresado a México a través del cruce fronterizo en Tapachula (Chiapas), donde les habían dado una visa humanitaria que les permitía residir legalmente en el país mientras tramitaban asilo en Estados Unidos.
Tras lo sucedido, una parte de la familia que permanece en El Salvador ha solicitado ayuda al presidente Nayib Bukele para repatriar los cuerpos. «Señor presidente, le quiero pedir de favor, que nos ayude a repatriar el cuerpo de mi primo Óscar Alberto y de nuestra pequeña Angie Valeria que por motivos de escasos recursos decidieron emprender camino hacia EE UU», ha publicado este lunes en Twitter Enrique Gómez, primo de Martínez. El Ejecutivo salvadoreño no tardó en responder la solicitud. «Nos unimos al dolor por esta pérdida irreparable. Ningún salvadoreño debería verse en la necesidad de dejar su país por falta de oportunidades. Te pedimos que nos envíes un mensaje privado para iniciar la repatriación». Por el momento, la madre y esposa de los fallecidos permanece en Matamoros, a la espera de que le entreguen los cuerpos para volver a su país.
El Gobierno de Tamaulipas ha anunciado este martes que ya se han puesto en contacto con el consulado salvadoreño para que asistan a la mujer en los trámites necesarios para la entrega de los restos, que actualmente se encuentran en el Servicio Médico Forense del lugar. «Al momento no hay informes que indiquen que la familia iba acompañada por otras personas o algún ‘pollero’ y que habrían decidido ellos hacer el cruce», ha dicho una portavoz a este periódico.
La foto es una muestra del drama que se vive en las fronteras de México. «Era un polvorín, una tragedia que se veía venir por lo que se está viviendo en los campamentos de migrantes en Matamoros», apunta Le Duc sobre el colapso del sistema migratorio mexicano. En esa zona del río Bravo, al menos una persona al mes muere ahogada intentando llegar a Estados Unidos, cuenta Pineda-Jácome. Solo el año pasado fallecieron 283 personas mientras intentaban cruzar la frontera. En la última semana, un total de nueve personas, entre ellas cuatro niños, han sido encontradas sin vida en la frontera con Texas.
Una crisis migratoria que se sigue contando víctimas.
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