«Mi mamá tiene 80 años y, como nos habían invitado a un matrimonio en Florida, aproveché el viaje para que nos vacunaran a las dos».
Mayo de 2021.- La historia de esta venezolana que prefiere no dar su nombre es cada vez más habitual. Viajeros procedentes de países de América Latina que se vacunan contra el coronavirus en Estados Unidos.
«Fue todo muy sencillo. Nos bastó con mostrar el pasaporte y nos vacunaron sin bajarnos del carro en el Hard Rock Stadium de Miami», le dijo a BBC Mundo.
Más al norte, una compatriota suya de 62 años tampoco encontró mayores dificultades. «Me registré en la página del Departamento de Salud de Massachusetts y pocos días después me pusieron la vacuna sin pedirme ningún documento». Recibió la de Pfizer en el Centro de Convenciones Hynes de la ciudad de Boston.
«Mi marido insistió en que viniera a ponérmela. Realmente, es una cuestión de vida o muerte y no sé cuándo van a llegar a mi país ni si se van a manejar adecuadamente en Venezuela. Y aquí fue tan fácil…»
Pero no son solo venezolanos. En México y en Colombia proliferan las agencias de viajes que promocionan paquetes turísticos que tienen como reclamo principal el acceso a la vacuna, todavía lejos del alcance de la mayoría en muchos países de América Latina debido a la lentitud en su distribución.
Paquetes de viaje
Según la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes, ya son alrededor de medio centenar las empresas que ofrecen paquetes que incluyen el vuelo a Estados Unidos, la recogida en el aeropuerto, el alojamiento y el traslado a un centro de vacunación por unos 20.000 pesos (unos US$1.000)
En los principales aeropuertos del sur de Estados Unidos, como los de Miami, Orlando, Houston o Los Ángeles, el turismo de vacunas es un fenómeno ya bien visible.
Es una de las consecuencias del avance de la campaña de vacunación en Estados Unidos, donde más del 53% de la población ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna, un porcentaje solo superado por Israel y Reino Unido.
Los datos contrastan con el 6,1% de Colombia, donde las autoridades se han visto obligadas a decretar nuevas restricciones para contener el avance de la epidemia; el 9,5% de México; o el 1% de Venezuela.
En el contexto de la región, solo casos excepcionales como los de Uruguay o Chile se acercan a las cifras de vacunación de Estados Unidos.
«América Latina es la región que actualmente tiene la mayor necesidad de vacunas», dijo la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne.
¿Es esto un problema?
Cuando la llegada cada vez mayor de latinoamericanos, entre ellos algunos personajes famosos cuya vacunación causó polémica, saltó a los medios, algunos estados anunciaron medidas para asegurar que solo los residentes recibían la vacuna.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció que el estado pediría una prueba de residencia para los solicitantes de cita para vacunarse, como por ejemplo una identificación estatal.
Pero el Departamento de Salud de ese estado indicó a BBC Mundo que hay excepciones. Al ser Florida un estado con residentes temporales, principalmente adultos mayores, las autoridades dicen que «no pueden limitar» la vacunación de personas que no viven ahí todo el año, por lo que un comprobante del pago de servicios es suficiente para vacunarse. Este viernes el médico general del Estado, Scott Rivkees, emitió una instrucción recomendando extender la vacunación a todos los no residentes en Florida que se encuentren allí «proveyendo bienes y servicios».
Los viajeros latinoamericanos que fueron vacunados en Florida a los que consultó BBC Mundo dijeron que no se les requirió ninguna prueba de residencia.
E incluso ha habido políticos locales que parecen haber visto en el nuevo «turismo de vacunas» una oportunidad de compensar algo la caída de visitantes provocada por la pandemia, como el alcalde de North Miami Beach, Anthony F. DeFillipo, quien llamó a los extranjeros a buscar allí su vacuna.
Tres días después, la ciudad aclaró en un comunicado que corresponde al Departamento de Salud del Estado determinar los criterios para recibirla
Mary Jo Trepka, experta en Epidemiología de la Florida International University, le dijo a BBC Mundo que «en Estados Unidos hay un amplio abastecimiento de vacunas y el pequeño porcentaje de dosis que se están poniendo los viajeros latinoamericanos no debería representar un problema».
«En realidad, va en interés de Estados Unidos que la población de nuestros países vecinos se vacune y, desde el punto de vista de la salud pública, el problema es más bien por qué no están llegando suficientes vacunas a esos países», añade Trepka, quien demanda al presidente estadounidense, Joe Biden, una mayor implicación de su país en el programa Covax y otras iniciativas en pro de la vacunación en los países menos favorecidos.
La Casa Blanca anunció el 26 de abril que enviará a países en dificultades 60 millones de dosis de la vacuna de Oxford-AstraZeneca «tan pronto como estén disponibles». No detalló quiénes serán los favorecidos.
«¿Y tú? ¿Cuál te pusiste?»
Por Marcos González, corresponsal en México
Embarque de los pasajeros de un vuelo de American Airlines de Miami a Ciudad de México. Aunque es de madrugada, hay animadas conversaciones. Tres jóvenes mexicanos de no más de 30 años charlan sobre su viaje exprés a EE.UU. Saludan a otros conocidos mexicanos que van abordando el avión.
«¿Y tú llegaste ayer y te vas hoy? Guau, estás loco. ¿Y cuál te pusiste? Yo, la de Moderna», dice uno de ellos, con traje y perfectamente peinado, a uno de los amigos que camina por el pasillo buscando su asiento.
No es un secreto ni para pasajeros ni tripulación que a los muchos reclamos de Estados Unidos como destino turístico se suma ahora el de poder recibir la vacuna allí y no son pocos los que intercambian consejos sobre cómo hacerlo de la manera más rápida y cómoda.
Desigualdades
Para Trepka, la cara negativa del turismo de vacunas desde América Latina es que «agrava las desigualdades en los países de origen», ya que quienes pueden viajar a Estados Unidos son quienes pueden pagarlo y tienen permiso de entrada, lo que de facto aleja a gran parte de la población de la región de esta posibilidad.
El hecho de que no todos puedan permitírselo explica el revuelo provocado por los casos conocidos de famosos que viajaron a Estados Unidos a vacunarse, como el que fuera candidato a la presidencia de Perú Hernando de Soto, que en primera instancia negó haber recibido la vacuna.
Trepka, sin embargo, no culpa a los turistas de vacunas. «Creo que yo haría lo mismo en su lugar».
Cortesía BBC News| Mundo
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