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España decretará el estado de alarma con más de 4.200 contagios de coronavirus

Escrito por: Redacción Ruta Sinaloa

  • Madrid cerrará desde este sábado todos los establecimientos comerciales menos los de alimentación y farmacias.

 

El Gobierno decretó el estado de alarma en toda España y durante quince días para contener la pandemia de coronavirus. Los casos positivos por coronavirus llegan ya a 4.209 en todo el país, que son 1.205 más que el jueves, y el número de fallecidos asciende a 120, es decir, 36 más que ayer.

Así lo ha comunicado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una declaración institucional en el Palacio de la Moncloa, en la que ha explicado que mañana se celebrará un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar oficialmente esta medida excepcional, que solo se ha acordado dos veces en democracia y de la que ya ha informado al rey y al Congreso.

Pedro Sánchez, presidente del gobierno Español anunciando el decreto del estado de alarma

 

La declaración del estado de alarma es una de las vías constitucionales que puede usar el Gobierno con carácter extraordinario ante las consecuencias de pandemias como la del coronavirus para limitar movimientos de personas e intervenir «locales de cualquier naturaleza» como pueden ser los hospitales privados.

Por otro lado, Madrid cerrará desde este sábado todos los establecimientos comerciales menos los de alimentación y farmacias para evitar la propagación de la pandemia en esta región, la más afectada de España con 64 muertos y más de 2.000 contagiados.

El estado de alarma, así como el de sitio o excepción, está regulado por el artículo 116 de la Constitución española y desarrollado mediante ley orgánica del 1 de junio de 1981.

De acuerdo con esta ley, el Gobierno, con autorización del Congreso, puede proceder mediante un decreto a declarar el estado de alarma en todo o en parte del territorio nacional ante diversas circunstancias, entre ellas, como es el caso actual, «crisis sanitarias tales como epidemias y situaciones de contaminación graves».

 

«Emergencia sanitaria»

Ahora parece muy lejano, pero el domingo pasado hizo un día espectacular en Madrid. Lucía el sol y, aunque soplaba algo de viento, las terrazas de los bares estaban llenas, las calles repletas de gente, los restaurantes a reventar… Por no hablar de la manifestación por el Día de la Mujer, a la que acudieron unas 120.000 personas y que recorrió las principales calles de la capital española.

Pero, apenas 24 horas después, todo eso había cambiado. Radicalmente.

Y continuó cuando poco después el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ofreció una rueda de prensa en la que anunció que estábamos ante «una emergencia sanitaria» y vaticinó «semanas difíciles», hablando de «hacer «lo que haga falta» para combatir la epidemia del coronavirus y prometiendo ayudas a familias y empresas.

Esa misma noche, y al día siguiente, mucha gente ya se lanzó a comprar compulsivamente comida.

Y desde entonces, la situación se ha precipitado.

Tos

¿Igual que Italia?

Al principio, es verdad, muchos consideraban las medidas exageradas, absolutamente desorbitadas. «Esto no es Italia», repetían machaconamente.

Algunos padres, ante el cierre de los colegios, no tenían reparos en dejar a sus hijos con los abuelos, a pesar de que los ancianos constituyen uno de los principales grupos de riesgo del covid-19.

Y también era frecuente ver grupos de adolescentes deambulando festivamente por la calle, como si estuvieran de vacaciones.

Pero eso duró poco. Con el pasar de las horas, cuando se conoció que varios parlamentarios -incluida Irene Montero, ministra de Igualdad- habían dado positivo por el coronavirus, cuando se supo que un jugador del Real Madrid también tenía el covid-19, la población se fue concienciando cada vez más.

Una farmacia en MadridPoco a poco, la gente tomó conciencia en Madrid del peligro del coronavirus.

 

Poco a poco, se ha ido imponiendo la idea de que en España estamos fatalmente destinados a seguir los pasos de Italia, donde la gente está obligada a permanecer en sus domicilios y todas las tiendas (a excepción de las de alimentación y las farmacias) están clausuradas.

En Madrid, los museos ya están cerrados, y los teatros también. Las bodas sólo se pueden celebrar a puerta cerrada y con pocos invitados.

Las autoridades sanitarias y gubernamentales empezaron pidiendo que se cancelaran los viajes que no fueran estrictamente necesarios y ahora ya se hacen llamamientos (como el realizado por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida) a que se evite salir de casa si no es absolutamente imprescindible.

La gente trata de guardar al menos un metro de distancia. Los besos y abrazos ya no se estilan. La mayoría de los niños permanecen encerrados en casa y ya son muy pocos los que se aventuran a dejarlos con los abuelos.

En algunas zonas de Madrid ya se han empezado a precintar las zonas de columpios y juegos de los parques, para evitar que se concentren allí niños.

Los transportes públicos no sólo se desinfectan a diario sino que además han activado las puertas de sus vehículos para que se abran y se cierren automáticamente y así evitar que los usuarios tengan que tocarlas.

El Parlamento suspendió su actividad durante 15 días. Numerosas empresas han optado porque sus empleados trabajen desde casa. Los reyes cancelaron su agenda.

 

Cancha vacíaLa mayoría de los niños permanecen encerrados en casa.
Mujer frente a unos estantes vacíos en un supermercadoDesde el lunes, mucha gente se lanzó a comprar compulsivamente en los supermercados.

 

Desde el lunes, los juzgados de Madrid sólo funcionarán para los casos urgentes. Valencia suspendió su fiesta más tradicional: las Fallas. Los mercados callejeros, como el castizo Rastro de Madrid de los domingos, también fueron clausurados hasta nueva orden. Incluso los partidos de la Liga de Fútbol se han suspendido.

 

Con información de DW y BBC News| Mundo

 

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