|Por: José Angel Sánchez López|

 

A nadie le va mal durante mucho tiempo sin que él mismo tenga la culpa.

Michel de Montaigne

 

Estamos en los que parecen ser los días mas críticos del azote de la pandemia de Coronavirus o Covid-19 que ha venido cobrando cada vez mas víctimas en México y en nuestro Estado, especialmente Culiacán que es una de las cinco ciudades mas afectadas del país.

Las medidas preventivas adoptadas y difundidas por las autoridades poco o nada han servido para atajar el avance de la pandemia que en Sinaloa, al momento de escribir estas líneas (viernes por la mañana), estaba a punto de llegar a los 200 fallecimientos provocados por el virus.

Y todo parece indicar que falta lo peor.

Las afirmaciones del Sub Secretario de Salud federal Dr. Hugo López Gatell sobre la declinación o aplanamiento de la curva distan mucho de la realidad, pues cada día aumenta la cifra de pacientes contagiados y decesos.

Consecuencia ello de una serie de errores y contradicciones en las campañas de información y prevención, pues mientras que por un lado el Sub Secretario de Salud recomendaba no salir innecesariamente, evitar aglomeraciones, el Presidente López Obrador recomendaba “salgan, vayan a los restaurantes…” haciendo gala de la supuesta inmunidad que le otorgara su funcionario de salud (“su fortaleza es su fuerza moral…”) y de sus amuletos.

Luego, en Sinaloa mientras el gobierno del Estado toma medidas preventivas cuando la pandemia estaba llegando, Mazatlán tiene su tradicional Carnaval seguido por la semana de la moto impulsada por el alcalde Luis Guillermo “Químico” Benítez

Miles de personas provenientes del resto de Sinaloa y otros Estados acudieron a esas fiestas unos trajeron y otros se llevaron el virus.

Y si bien Mazatlán no repuntó luego con los efectos del virus, hoy están llegando las consecuencias.

Luego el Carnaval regional de Altata en Navolato con varios centenares de asistentes y las consecuencias se están viendo.

Se vino el Día del Niño y la gente se olvidó de cuarentenas, de sanas distancias y recomendaciones para salir irresponsablemente a las calles a las pastelerías a los restaurantes a desparramar y recoger virus.

La prevención, las recomendaciones de las autoridades, las sanas distancias…?

El gobierno del Estado acuerda con el sector turístico el cierre de hoteles en Semana Santa y restricciones en los restaurantes. Acertadas medidas.

Estamos en vísperas de una de las mayores celebraciones en la tradición mexicana: el Día de las Madres y ante el riesgo de nuevos movimientos masivos de gente, el Gobernador Quirino Ordaz Coppel ordena nuevas medidas restrictivas:

Servicio solo para llevar en los restaurantes y, de acuerdo con los Ayuntamientos, cierre de los panteones desde la víspera hasta un día después.

Las celebraciones a distancia y en los recuerdos, desde casa.

Ah!, pero no falta un desquiciado que después de ordenar el cierre de panteones desde el miércoles hasta el martes, luego pase por alto la prevención y ordene la apertura de los restaurantes “para que funcionen al 40%”.

Si, el de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez, quien montado en su macho e imitando a su idolatrado Andrés Manuel anuncia que personalmente visitará los restaurantes del puerto en esa fecha.

Y por acá en el norte otro por el estilo, Manuel Guillermo “Billy” Chapman que ordena el cierre total del primer cuadro y una parte del sur de Los Mochis.

Ya ni Jesús Estrada Ferreiro que ordenó el cierre a vehículos en el centro pero permite el acceso peatonal para acudir a establecimientos esenciales.

En Los Mochis no. Acá estado de sitio en el centro y algunas colonias.

Solo se permitirá el acceso, dicen, a las personas que viven dentro de esos sectores, que son varios cientos, previa comprobación con su credencial de elector.

Estado de sitio, pues.

Las medidas preventivas son buenas, pero no en exceso cuando no son indispensables.

Ahora que, si bien es cierto son las autoridades las responsables de implementar medidas preventivas, pero también es responsabilidad de la sociedad acatarlas, poner algo de su parte.

Estamos viviendo tiempos difíciles, de alto riesgo y no podemos dejar todo en manos de las autoridades, menos relajar las medidas de prevención.

También debemos asumir nuestra responsabilidad de cuidar a nuestra familia, de cuidarnos.

Y también, respetar a quienes arriesgan sus vidas en esta guerra contra el virus: médicos y enfermeras convertidos en verdaderos guerreros.

CUIDEMONOS…!