/Carlos Noé Cota| Liderazgos y la oportunidad del cambio en manos del electorado

Carlos Noé Cota| Liderazgos y la oportunidad del cambio en manos del electorado

Escrito por: Redacción Ruta Sinaloa

|Por: Carlos Noé Cota|

Terminaron las campañas políticas en Sinaloa y empezará habrá tres días de veda electoral.

Este es el momento oportuno para reflexionar el voto. Hay que considerar que este puede ser influenciado por la manipulación, el dinero (compra de votos), el hartazgo social, la corrupción, la injusticia, la impunidad e inseguridad imperantes. También existe el voto de la esperanza, el apasionado, el del temor ante un ambiente tenso de confrontación, intolerancia, simulación, etc. dejemos a un lado las influencias y las pasiones, y emitamos un voto reflexionado por el bien de nuestro Estado.

En el proceso electoral del 2018, en Sinaloa se tuvo una participación del 60.93% de una lista nominal de 2 millones 136 mil 258 ciudadanos registrados. Se ve difícil que se pueda superar esa cifra pero nada es imposible.

En estos nuevos tiempos políticos se perfila una elección caracterizada por la polarización entre el gobierno federal de la 4T y las fuerzas opositoras (partidos políticos, empresarios, medios de comunicación y organismos sociales autónomos). A lo anterior se suma la pandemia del covid-19 y sus impactos en los electores que tendrán la oportunidad de demostrar su auténtico sentir por la situación prevaleciente.

Todo esto predice una realidad inédita en los resultados electorales, ya que los partidos políticos no gozan de confianza y certidumbre para solucionar la situación actual y futura.

Aunado a cantidades millonarias que dilapidaron partidos y candidatos en las campañas políticas en estos momentos de crisis donde debiera prevalecer la solidaridad y la austeridad con una sociedad que sigue sin encontrar la salida a un sinfín de problemas. El INE da a conocer un gasto de 2 mil 973 millones en campañas a nivel nacional, recursos que pudieron encausarse a otros rublos como salud, apoyos a sectores productivos, etc.

La gran mayoría de la población sinaloense es apática, está vacunada contra la política y tiene temor por la situación actual que se vive, por lo que difícilmente saldrá a votar. Otros tienen temor al covid-19 o siguen agraviados por diferentes situaciones.

Quien gane la elección por la gubernatura dispondrá de un presupuesto para el 2022 de aproximadamente 55 mil millones de pesos, los cuales son insuficientes para las necesidades del Estado, más la deuda existente por el orden de 7 mil millones de pesos que limitará acciones y programas de bienestar social, además el Estado debe atender a sectores básicos de la economía creciente, ser impulsor de desarrollo y combatir la inseguridad pública.

Sin descuidar sectores como el agropecuario, turístico, industrial, comercial, así como el de servicios, que son los que mueven la economía, el empleo y la recaudación en el Estado, así como actuar en el sector salud, educación y seguridad, que afectan a toda la población. También tendrá la tarea de prevenir y combatir la corrupción, y castigar conductas ilícitas de funcionarios públicos. La gente ya no cree en banderas electorales de combate a la corrupción, porque por un lado se habla de combate a la misma y por otro lado se aprueban presupuestos millonarios en obras o adquisiciones sin licitar.

Para que el pueblo recupere la confianza en sus servidores públicos, los nuevos gobiernos, sean del Estado o municipales, tienen que empezar por ordenar sus gastos, pues si continua el gasto desordenado no podrán decir que son mejores que los anteriores.

Cada uno de ellos tendrá la oportunidad de hacer cambios profundos en las políticas a seguir, ya que las instrumentadas en los últimos gobiernos no han sido congruentes con la realidad. Cuando se ha intentado cambiar se choca con fuertes intereses que limitan el proceso de cambio.

En pocas palabras, quienes ganen la elección del 6 de junio tendrán una tarea complicada. Pero no deben olvidar que para eso fueron contratados y se les pagan buenos salarios, así que no hay pretextos ni justificaciones.

El gasto en las últimas administraciones públicas en el Estado no se ha distribuido en forma justa y equitativa, en cambio es la sociedad quien ha financiado un mayor gasto público que ha ido a parar a manos de unos cuantos funcionarios se han enriquecido; también se han financiado partidos políticos que dejaron de ser ejemplos de democratización integral y participación popular en aspectos de la vida social.

La sociedad por su parte cada día exige mayor participación democrática, quiere dejar de ser usada en mítines, en acarreos y en las elecciones. Ahora quiere tener el derecho de elegir a sus candidatos y elevar su calidad. Sin duda esto se puede lograr cuando hay un buen liderazgo de por medio.

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