|Por: Carlos Noé Cota|

Lo que está sucediendo actualmente en el mundo y en nuestro país es delicado e invita a la reflexión y a preguntarnos ¿hasta dónde nos llevará todo esto y que nos toca hacer como sociedad? Tenemos problemas como la escasez de agua, de alimentos, violencia, pobreza, migración, narcotráfico, corrupción, cambio climático, medio ambiente, pérdida de valores, etc.

La economía mundial pierde crecimiento y existe desaceleración en ella; conflictos comerciales entre países desarrollados como Estados Unidos y China, provocan entre otras cosas que la economía mundial se debilite; el gobierno norteamericano presiona en lo político al gobierno de Guatemala para que acepte ser “Tercer País Seguro”; Corea del Norte realiza dos nuevos lanzamientos de proyectiles sin identificar desde su costa oriental y con ello pone en riesgo la paz mundial.

La economía mexicana requiere de un impulso tanto de la inversión pública como privada, pero a como pintan las cosas se ve un poco difícil por el ambiente interno y externo que se vive. El Banco de México busca mantener un estimado del 3% de la inflación para que beneficie al consumidor y se vio en la necesidad de bajar de 8.5% a 8.0% sus tasas de interés. También el futuro económico de nuestro país dependerá en gran medida del presupuesto del 2020, que aprobará en su momento el poder legislativo, así como lo que resulte del T-MEC; del resultado que se tenga con PEMEX, etc., a partir de entonces las calificadoras tendrán la oportunidad de evaluar sobre el rumbo y destino del país en materia económica.

En este 2019, está en chino el panorama económico, político y social, al cierre del 6 de agosto, se registró en el mercado de dinero una salida de mil 806 millones de dólares, aun así el peso mexicano ha mostrado cierta estabilidad frente al dólar, pero ahora hay que esperar para ver si podrá aguantar la presión económica mundial, presión sobre divisas y desconfianza en la inversión en un país donde todo está revuelto y como ciudadanos estamos divididos y confrontados.

En México tan mal andamos que para combatir la corrupción los gobiernos que antecedieron al de la 4T, promulgaron leyes supuestamente rígidas, pero en un entorno difícil de aplicar ante la simulación y las complicidades que se dieron para que todo siguiera igual, como si fueran una invitación a robar y saquear recursos federales, estatales y municipales. Se Permitió que se robaran y desviaran sumas millonarias, delitos considerados no graves por la propia ley a pesar del tamaño del saqueo. Hoy estos delitos se han querido politizar, exigiendo mandar al verdugo a la hoguera por hereje, como se dio en épocas de la santa inquisición.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), por conducto de JESÚS PADILLA ZENÓN, recordó que recientemente este organismo empresarial denunció la existencia de un “pacto de impunidad”, el cual es clave para explicar los elevados niveles de corrupción en el país. Y pide que el caso de ROSARIO ROBLES y otros, no sean casos aislados, sino que sean un esfuerzo sistemático de la Fiscalía General de la Nación para actuar en otros casos. Que por cierto hay muchos más.

Hoy los señalados o indiciados por el dedo nacional y la ley como ROSARIO ROBLES, EMILIO LOZOYA y tantos otros, se sienten amenazados por la espada de la justicia y toman como bandera la venganza política, violación a sus derechos humanos, etc. al considerar que los supuestos delitos de que se les acusan no son graves y se pueden llevar en libertad.

El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, dependiente de la Secretaria de Hacienda, SANTIAGO NIETO CASTILLO, señaló que el hecho de que ROSARIO ROBLES esté en prisión, en razón de sus actos, no es una persecución política ni una venganza. Además enfatizó que en los próximos días presentará nuevas denuncias para que ningún caso de corrupción quede impune.

Mientras que en Sinaloa un ex rector de una Universidad Pública, perdió la tranquilidad y hasta puede perder la libertad, al igual que otros. La Senadora por Morena, DOLORES PADIERNA, ha dicho que su parentesco con el Juez que lleva el caso de la exsecretaria ROSARIO ROBLES, no hace ni más ni menos culpable a la hoy señalada por presunta responsabilidad en el delito de ejercicio indebido del servicio público. México es un país con 120 millones de habitantes y en pleno siglo XXI, la justicia para que sea una real justicia, debe ser justa, transparente y parcial, alejada de la política y de la corrupción. Quien la debe que la pague ante la ley.

Andamos tan mal en el servicio público y la política, que prósperos empresarios se han enriquecido de la noche a la mañana, donde en muchos casos la honradez o la falta de esta, es opacada por las tradiciones parapetadas. En México, cualquier cargo con autoridad implicaba una oportunidad para mejorar rápidamente en lo económico, desde un modesto agente de tránsito, un presidente municipal, gobernadores, secretarios de Estado y el propio presidente de la República. Mientras que la sociedad aprendió a solicitar favores en lugar de exigir derechos.

El Presidente LÓPEZ OBRADOR criticó que en México entre los servidores públicos, existía la “tradición” de ver sus puestos como una forma de enriquecerse. Esto ejemplificando el caso de ROSARIO ROBLES, el presidente agregó que todo esto nos debe llevar a una reflexión acerca de la importancia de los principios, de los ideales, de no caer en la tentación de la búsqueda del poder por el poder o el dinero”. Interesante este llamado Presidencial para todos aquellos que tienen responsabilidades públicas y otros que buscarán puestos de elección popular en el proceso electoral del 2021.

La falta de honradez fue estimulada por los excesos populistas de los gobiernos de Echeverría y López Portillo, seguida por los gobiernos tecnócratas de MIGUEL DE LA MADRID y SALINAS DE GORTARI, hasta llegar al hilo de la madeja con ENRIQUE PEÑA NIETO y principales colaboradores, sin olvidar ex gobernadores que se despacharon con la cuchara grande.