|Por: Carlos Noé Cota| 

En una contienda política como la que se vive en la entidad, al estar en juego la gubernatura convergen muchos intereses. Para nadie es desconocido que en Sinaloa existen algunos grupos de poder etiquetados como grupos facticos, aquí se inscriben empresarial, eclesiástico, universidades públicas, sindicatos, medios de comunicación, narcotráfico, etc.

El presidente de COPARMEX afirmó que la violencia política pone en riesgo la democracia al existir las condiciones para que candidatos de Estados como Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Veracruz y Sinaloa sean cooptados por el crimen organizado, y esto no es novedad, pero nos invita a la reflexión propositiva sin caer en el cinismo o el amarillismo.

En el argot político-electoral es muy frecuente conocer señalamientos o denuncias de que el narcotráfico apoya económicamente a algunos candidatos a puestos de elección popular, de todos los niveles y sabores; incluso en algunos casos se llega a la compra de candidaturas, a lo que se prestan dirigentes de partidos políticos al margen de los estatutos y principios de los partidos políticos que al final de cuentas son quienes pagan el descredito de la actividad política. No es cosa menor que este poder factico se inmiscuya y afecte la democracia y la buena marcha de las administraciones públicas, todo esto no es nuevo y hasta el momento no hay poder que lo impida. El símbolo del narcotráfico asoma esa posibilidad por circunstancias, nombres y actitudes.

Los grupos empresariales de todos los niveles también tienen sus intereses e influencias en los procesos electorales. En un principio solo fue por simpatía a los candidatos y no a los partidos; después proporcionaron apoyos financieros y terminaron por exigir participación directa para connotados empresarios. La política y el poder forman un binomio que encanta a todos los involucrados, y quienes lo prueban difícilmente se quieren retirar de la vida pública. Por ello, en los principales bandos existentes por la gubernatura se escuchan constantemente los apellidos COPPEL, CARRANZA, LIZARRAGA, ESQUER, DE NICOLAS y otros, ya no se diga organismos empresariales como CANACINTRA, Consejo Coordinador Empresarial, CANACO, CAADES y más, que no cantan mal las rancheras en materia política-electoral.

 

 

La iglesia mexicana en todas sus expresiones, principalmente la católica, siempre ha participado, incluso hubo un tiempo que fue común escuchar la opinión del clero político quien tenía su voto de calidad en algunas regiones. Si existe alguna duda al respecto, hay que ver a quien fuera un influyente obispo en el Estado de México, ONESIMO ZEPEDA, quien busca ser candidato a Diputado Federal por la vía plurinominal. Mientras que en Sinaloa muchos de los candidatos también quieren la bendición sacerdotal.

El mosaico nacional no puede dejar a un lado la presencia y poder de los grupos caciquiles que exigen sus cuotas de poder, esto sigue presente en sindicatos como el de los electricistas, petroleros, maestros, trabajadores al servicio del Estado y otros (algunos de estos cacicazgos al borde de la extinción).

En Sinaloa y gran parte del país, es preocupante lo que se está viviendo en materia electoral por el riesgo de inestabilidad política, que implica, entre otras cosas, la ausencia de acuerdos sobre las reglas de civilidad política que deben regir el acceso al poder. El proceso electoral actual debe concretarse con propuestas por la vía pacífica. Lamentablemente se está cayendo en una turbulencia política acompañada de cierto nivel de violencia verbal.

En el municipio de Mazatlán los candidatos de la coalición MORENA-PAS que encabeza LUIS GUILLERMO BENITEZ, deben garantizar que la institucionalidad no se quiebre, al fomentar escenarios de confrontación y desorden político, debiendo recordar que para gobernar se requiere el apoyo de los mazatlecos y no de un grupo incrustado en el poder.

El municipio de Culiacán, parece un circo de segunda, donde abundan los payasos. Se agreden unos con otros, hay altanería en candidatos y sigue sin caerles el veinte que para gobernar requieren ser ejemplos de civilidad política. El tablero político indica que la lucha por el gobierno municipal se encuentra en dos frentes: MORENA-PAS y PRI-PAN-PRD, y ello también inquieta a los candidatos a la gubernatura que miden fuerzas y requieren la plaza para ganar.

El municipio de Guasave por su emporio agrícola y ricos valles, fue de los consentidos en la campaña electoral del presidente LÓPEZ OBRADOR, a pesar de ello, no ha cosechado los apoyos federales esperados. La lucha y triunfo electoral se ubica entre dos personajes que para ganar tendrán que convencer a un electorado harto de promesas y de gobiernos que les han quedado a deber. MARTIN AHUMADA, sin despeinarse derrumbó las inquietudes de reelección de la alcaldesa AURELIA LEAL.

En la cancha contraria se encuentra JESÚS ANTONIO LÓPEZ, que también tiene lo suyo.

AHOME se cuece aparte, al ser cuna de nacimiento del candidato a gobernador MARIO ZAMORA GASTÉLUM, quien sabe que para ganar la elección tiene que reflejarse en este municipio como gran vencedor, a pesar del choque de trenes políticos que buscan descarrilarlo. La tensión electoral, al igual que en otros municipios, se ubica en los candidatos de MORENA (apoyados por el PAS) y la coalición “Va por Sinaloa” que lleva como abanderado a MARCOS OSUNA MORENO. En tanto que DOMINGO VAZQUEZ del PT, sigue apoyado en el deporte y pasando corriente.