|Por: Carlos Noé Cota|
RUBEN ROCHA MOYA y MARIO ZAMORA como punteros por la gubernatura de Sinaloa, lucharán hasta el final de la jornada electoral para lograr uno de sus más grandes anhelos: gobernar la entidad. Los días por venir serán de gran presión y tensión para ambos. Ellos saben que solo habrá un ganador y que el perdedor tendrá que retornar al senado cargando a cuestas la derrota. Después del 6 de junio todo será diferente para ambos, mientras que los seguidores del perdedor cambiarán de camiseta rápidamente.
Los grandes precursores de este bello Estado han influido para transformar grandes ciudades como Mazatlán y Culiacán con grandes obras de infraestructura carreteras, obras hidráulicas, centros de educación, etc. Aun así, existen zonas de gran marginación social sobre todo en los altos de Sinaloa y en municipios que han sido marginados en inversión y desarrollo.
El municipio de ahome a pesar de sus potenciales agrícolas, litorales, vías de comunicación, etc. sigue estancado, sin poder darle el valor agregado a sus productos y mucho menos entrar a la era de la industrialización.
Guasave ha tenido gobiernos de diversos colores y sabores, y los gobernantes se venden como profetas de la esperanza, pero aun así, está estancado, endeudado, extraviado en ideologías y sin poder levantar el vuelo. Por su parte, Salvador Alvarado se ha convertido en una cuota de poder, siendo exprimido y controlado por grupos políticos que lo utilizan como caja chica. Y así podríamos seguir mencionando municipios y haciendo señalamientos de esperanzas progresistas que nacen en cada campaña política o durante un nuevo gobierno.
Gobernar requiere de mucho conocimiento, de voluntad política, capacidad de control, concertación social y honestidad. El votante indeciso, ese que puede marcar la diferencia entre el ganador y el perdedor, aún tiene tiempo para examinar con lupa quién puede ser la mejor opción para gobernar, analizando capacidades, intereses que rodean a los hoy candidatos, los maquillaje que usan para transformarse y reflexionando su voto alejado de la influencia de la mercadotecnia.
A estas alturas del proceso electoral por la gubernatura se vislumbra al ganador y se huele el desespero de quien será el perdedor. Aun así les damos el voto de la esperanza, para que no decaiga el ánimo y no se nos quiera catalogar de mercenarios de la pluma cargados a proyectos políticos que no son nuestros.
A menos de tres semanas del proceso electoral en Sinaloa, debemos asumir el rol que nos toca jugar a cada quien: gobierno, partidos políticos, candidatos, sociedad, IEES, etc. buscando que este proceso sea ejemplar, civilizado y bien organizado; evitando que las pasiones se desborden y utilizado nuestro voto como derecho ciudadano.
Gane quien gane en estas elecciones requerirá de la unidad de todos (morenos, amarillos, rojos, azules, verdes, progresistas o sin color). Muy probablemente este proceso será cuestionado y estará salpicado de irregularidades, señalamientos de fraudes, compra de votos, acarreos y denuncias en tribunales electorales. También habrá triunfos con poco margen de diferencia y se pronostica una participación aproximada del 57% y un gran abstencionismo.
En Ahome, GERARDO VARGAS LANDEROS, sabe el terreno que pisa, juega con el score, piensa en grande, tiene recursos económicos y logísticos para lograr el triunfo electoral y difícilmente soltará un proyecto que marcará su destino político; MARCOS OSUNA se distingue por ser un hombre terco y visionario, conocedor de las tripas del poder y tampoco se quedará con los brazos cruzados al enfrentar en lo político a un hombre que se las sabe de todas todas.
En Culiacán, JESÚS ESTRADA FERREIRO a pesar de su estilo y carácter agrio para gobernar, tiene grandes posibilidades de lograr su reelección. Le ayuda la marca que representa, una supuesta amistad con el presidente de la república, la coalición con el PAS, los programas de bienestar y los apoyos de ese poder de poderes. FAUSTINO HERNANDEZ, fácilmente puede ser sacrificable en lo político al no tener luz propia, aun así no se duerme en sus laureles a sabiendas que en política todo puede suceder.
En Mazatlán, FERNANDO PUCHETA intenta darle la última estocada a LUIS GUILLERMO BENITEZ, quien comete error tras error y se arrodilla ante quienes injurió y ofendió. Tal parece que hoy se encuentra varado en el estero del infiernillo a la espera de un milagro político.
Esto y otras cosas nos sirven para hacer una pausa en nuestro caminar, pensar, decidir y preguntarnos ¿qué sigue?, ¿qué futuro nos espera?, ¿qué debemos hacer para mejorar?, ¿qué tipo de gobierno necesitamos para avanzar y a quién queremos para que lleve los destinos del Estado y municipios de la entidad?
La concentración del poder político también genera corrupción, por ello los gobernadores de Estados como el nuestro, deben dejar de ser empleados del presidente de la república en turno y los alcaldes dejar de ser marionetas del gobernador. El federalismo tiene que aplicarse como lo marca la constitución y no ser más una figura de papel.
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