#Quédateencasa Lávate las manos, desinfecta las compras, usa máscara, baña a tus mascotas. Las instrucciones para preservar la salud son omnipresentes, imprescindibles. Cuidarse también por dentro no esta de más para proteger el sistema inmunitario.

 

 

Abril de 2020.- El miedo, la angustia y esta nueva realidad nos ponen a prueba. «Esta situación nos impone el autoconocimiento», apunta la psicóloga y conferencista Aurimar Gonzalez que propone aprender a poner el botón de pausa cuando las emociones como el miedo o la tristeza se imponen. 

 

Controlar «la hormona del estrés»

«Se trata de respirar profundamente y contar hasta cinco. En una situación de alarma, nuestro cuerpo secreta hormonas como el cortisol, la «hormona del estrés». Cuando hago ese ejercicio de respiración, se absorben y no dañan mi sistema inmunitario [el que nos protege de las enfermedades] que es tan importante en este contexto», explica.

Son esos trucos los que nos permiten establecer la distancia necesaria con la crisis. En México, Karla Cuéllar encuentra alivio en las actividades manuales y domésticas que pasan a segundo plano en tiempo «normal».

Su perrito está encantado de ser perseguido por toda la casa, sus plantas están podadas y frondosas, los libros organizados, la casa limpia: «Estoy cocinando sano, ahora tengo tiempo. Además mi pasatiempo es tejer. Hay que sacarle lo positivo, ventaja a lo que los demás pueden ver como malo».

«Entrenar el optimismo»

Aurimar Gonzalez destaca la importancia de «entrenar el optimismo» que en estos tiempos puede parecer incongruente.

«Las emociones positivas no son un mito», esto ayuda a generar las hormonas de la felicidad y del apego (serotonina, endorfina). La psicóloga propone, cuando es posible, abrazar a los seres queridos para que esa fábrica de hormonas siga su labor. 

No saturarse con las noticias, darse gusto «o simplemente descansar» completan el coctel de auto-cuidado. Los largos días de teletrabajo cobran factura. 

 

Luchar contra la impotencia

La ecuatoriana Karyna Fernandez en Oslo, Noruega, podría escribir el manual del «sentirse bien» en el encierro. Trabaja desde casa en horario normal. En su confinamiento hay mucha lectura, deporte, podcasts, alimentación saludable y paseos en la naturaleza en dosis razonables.

Para los noruegos que tienen fiordos a tres pasos, es «impensable un confinamiento estricto» como en otros países, explica. De hecho, no se aconseja que se copie el método noruego en Latinoamérica: «Por eso somos privilegiados». Lo que le ayuda, cuenta, es actuar.

«He estado vinculada con hackathons de ideas para combatir el Coronavirus por medio de organismos de innovación, de emprendimiento. Estoy voluntariando como mentora para imaginar cómo nos vamos a adaptar a este mundo que va a cambiar», dice a RFI. 

Su familia está en Ecuador, uno de los países de la región más golpeados por la crisis sanitaria. Trata de ayudar a mantener el ánimo a la distancia: «He puesto a mi hermana y a mi mamá a ejercitar en línea para sobrellevar todo esto».

 

El aquí y el ahora

Mantener los vínculos afectivos e inventar maneras de luchar contra la impotencia, son, según la doctora González, remedios invaluables para preservarse.

«Porque es lo que podemos controlar. Son mis rutinas, cuidarme, quedarme en casa.  Lo que puedo hacer está en el aquí y el ahora. Pensar en el futuro nos agobia, el futuro en este momento es incierto para todos«, concluye.

 

Cortesía rfi Francia.