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Hallan embarcación de la época de la Revolución Mexicana en Topolobampo, Sinaloa

Escrito por: Redacción Ruta Sinaloa

Restos del naufragio del cañonero Tampico, hundido en combate hace 105 años y protagonista en altamar de la Revolución Mexicana , fueron hallados en el puerto de Topolobampo, en el estado de Sinaloa, noroeste de México, informaron este lunes autoridades mexicanas.

 

 

Noviembre de 2019.- Expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Secretaría de Marina (Semar) localizaron una pieza clave del que fue uno de los primeros enfrentamientos aeronavales en la historia de occidente: el pecio del cañonero Tampico, se apuntó en un comunicado distribuido este martes.

Luego de cumplir dos temporadas de trabajo de campo, especialistas de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) del INAH ubicaron, junto con personal de la Semar, «una ‘tumba de guerra’, de una de las más icónicas contiendas navales de aquella guerra civil, las cuales ocurrieron entre marzo y junio de 1914, en Topolobampo, Sinaloa.

El titular de la SAS, Roberto Junco Sánchez, dijo que el hallazgo permitirá a los especialistas y estudioso «conocer más acerca un importante combate naval de México, y sobre la historia del legendario comandante del Tampico, capitán de Navío, Hilario Rodríguez Malpica».

 

EN COMBATE

El Tampico y su verdugo, el cañonero Guerrero, fueron construidos —el primero en Nueva Jersey y el segundo en Liverpool— dentro de un proyecto de Bernardo Reyes, ministro de Guerra y Marina de Porfirio Díaz.

En 1913, cuando Victoriano Huerta ascendió al poder tras deponer a Francisco I. Madero, gran parte de las fuerzas federales permanecieron fieles a él por ordenanza, lo que incluyó a la flota de cañoneros.

No obstante, el 22 de febrero de 1914, el primer teniente del Tampico, Hilario Rodríguez Malpica —con 25 años a esa fecha—, se rebeló en Guaymas y, junto con otros oficiales, tomó preso al capitán del navío, Manuel Castellanos. Más tarde, tras liberar a quienes no aceptaron el apoyo que aquello daba al Constitucionalismo, el nuevo capitán se dirigió a Topolobampo, puerto que controlaban las tropas de Venustiano Carranza.

El 3 de marzo, el Guerrero inició un bloqueo al puerto sinaloense y, un día después, junto con el cañonero Morelos abrió fuego sobre el Tampico. El 16 de junio de 1914 fue la batalla final.

Luego del incendio del Tampico, y a en botes salvavidas, los hombres intentaron llegar a tierra, pero fueron interceptados por el Guerrero. Fue en esa situación extrema que Rodríguez Malpica tomó su pistola, la llevó a su boca y jaló del gatillo.

Así fue el hallazgo

El encargado relató que la primera temporada, del 30 de marzo al 2 de abril, en un buque de investigación oceanográfica, se obtuvieron, mediante una sonda multihaz, imágenes tridimensionales del fondo marino que revelaron la presencia de una ‘anomalía’, la cual parecía corresponder con las dimensiones del cañonero revolucionario: 60 metros de eslora por 10 de manga.

En la segunda etapa, del 8 al 12 de septiembre con apoyo de una nave interceptora y un magnetómetro de la Semar los arqueólogos emprendieron un par de inmersiones «a más de 40 metros de profundidad» que confirmaron la identidad del Tampico.

En el primer registro visual, hecho 105 años después del último avistamiento de la embarcación, se constató que esta guarda «un deterioro considerable», por lo cual se tienen planeadas futuras inmersiones a fin de realizar modelos 3D que ayuden a su monitoreo.

Según Junco, el trabajo para recuperar este episodio de la Revolución Mexicana, que arrancó en 1910, suma más de una década de investigación en literatura y archivos navales de México y Estados Unidos.

«Encontrar el Tampico es el primer paso para investigar y visibilizar un episodio de la Revolución al cual no se le ha dado la atención que merece», apuntó el especialista.

Como un testigo del y un homenaje a quienes protagonizaron este episodio histórico, el INAH entregará a la Semar una claraboya proveniente del pecio del cañonero Tampico en los primeros días de diciembre próximo.

La ventana naval se encontró a unos metros, separada de la embarcación, por ello, se eligió como representativa. Actualmente, la claraboya, hecha en bronce, es objeto de un proceso de estabilización de su estado de conservación.

Se contempla su exhibición en el Museo Naval México, el cual opera la Semar en el puerto de Veracruz, donde se alberga la Sala Marinos en la Revolución, la cual narra la historia del capitán Hilario Rodríguez y de las batallas de Topolobampo.

 

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