|Por: José Angel Sánchez López|

Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos. José Ortega y Gasset

La visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador constituyó un fuerte espaldarazo para el Gobernador Quirino Ordaz Coppel y para Sinaloa, para decepción de los grupos, especialmente los morenistas, que se han empeñado en atacar y poner piedras en el camino del mazatleco y, en los hechos, del Estado mismo.

Claros, muy claros los mensajes en los que el Presidente señaló y reiteró la buena relación y cooperación que hay entre él y el Gobernador de Sinaloa.

“Estamos muy a gusto de estar de nuevo en Sinaloa. Hoy en la mañana hablaba de que estamos trabajando de manera conjunta, coordinada, con el gobierno del estado….”, dijo en una parte de su mensaje.

Mas adelante añadiría: “es una garantía entendernos y tener relaciones con el Gobernador de Sinaloa, que es un hombre trabajador, está ocupado en atender a la gente, en gobernar para el pueblo, no está metido en grillas, en politiquería, sabe de administración pública…. Todo esto es lo que me lleva a insistir que es muy buena la relación con el Gobernador de Sinaloa.”

Contundente expresión que fue un mensaje directo para quienes se han empeñado en desvirtuar el trabajo de Quirino.

Entre ellos, los autores de una columna que hicieron circular profusamente en las redes sociales en la que se hablaba de una supuesta reunión a la que fue llamado por la Secretaría de Gobernación en donde se le mostró un expediente que consignaba una larga serie de actos de corrupción que, supuestamente Quirino había aceptado y preguntó que si que querían, a lo que se le respondió: Sinaloa…

El o los autores de la columna de marras, obviamente no la firmaron y así la hicieron circular, repito, tan solo unas horas antes de la llegada del Presidente López Obrador a Sinaloa.

La reacción del Presidente, a quien seguramente se le hizo llegar la columna de marras, fue totalmente distinta a la que esperaban quienes la redactaron y la hicieron circular.

Mas aún, durante la visita, en los actos públicos y actividades privadas no estuvo ningún funcionario ni personalidad morenista. Vaya, ni el super delegado José Ramón Montes apareció por ahí.

Al llegar a Sinaloa López Obrador hizo escala (obligada) en Villa Unión para comer con “El Cuchupetas” que prepara los mejores mariscos de México y, sin temor a equivocarme, del mundo. Ni en las inmediaciones siquiera se vio al alcalde mazatleco Luis Guillermo Benitez “El Químico”.

En los actos de Culiacán brillaron por su ausencia los senadores Rubén Rocha Moya e Imelda Castro, así como los diputados federales y ni que decir los locales. Solo estuvo el alcalde culiacanense Jesús Estrada Ferreiro a quien mencionó en dos ocasiones, muy diferente al trato aquel que tuvo en su segunda visita a Sinaloa cuando ni siquiera saludó al alcalde Billy Chapman dándole la espalda.

En otra parte de su mensaje, el Presidente le dijo al pueblo sinaloense: “… que vamos a seguir trabajando juntos, que vamos a seguir apoyando a la gente del campo, a los pequeños productores y a los medianos y grandes productores.”

Ahí, López Obrador habló de las gestiones del Gobernador y anunció que los productores van a tener apoyo: “que mientras estén produciendo alimentos para el pueblo de México van a contar siempre con apoyo, no los vamos a dejar solos, siempre van a tener estímulos, subsidios para seguir produciendo alimentos, sobre todo los básicos, maíz, frijol, arroz, trigo. Ese es el acuerdo, lo que se produce en Sinaloa de básicos. Y también apoyar a productores que se dedican a la exportación, pero lo estratégico es producir en México lo que consumimos, ese es el propósito.”

Ahí confirmó los subsidios para todos los productores de maíz y trigo, mayor para los pequeños pero habrá también para los medianos y grandes.

En su intervención Quirino Ordaz habló de los avances que se han tenido en Sinaloa y los apoyos recibidos de parte del gobierno federal.

Aquí dijo que por muchos años Sinaloa ocupó los primeros lugares en incidencia delictiva y hoy, de acuerdo a los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Sinaloa ocupa el lugar 26 en incidencia delictiva en el país.

También se refirió a lo que se ha hecho aquí para enfrentar la pandemia y atender a los afectados.

Respecto a la imagen de seguridad en Sinaloa, López Obrador dijo textualmente: “la estigmatización de Sinaloa de ser un Estado de mucha inseguridad y violencia pues no corresponde a la realidad. Para empezar, este es un pueblo muy trabajador, este es el granero de México, es donde se producen los alimentos para el país. Ahora que estamos en una situación difícil por la pandemia tenemos que agradecer mucho a los productores del campo porque no nos han faltado los alimentos.”

Otra expresión del Presidente: “Aquí en Sinaloa hemos podido avanzar mucho porque trabajamos de manera coordinada con el gobernador Quirino Ordaz, nos llevamos bien, independientemente de la cuestión partidista ponemos por delante el interés general, el interés de Sinaloa, el interés del pueblo de México.”

Mas claro, ni el agua para decepción y coraje de los morenistas y otros que esperaban lo contrario.

Esa buena relación obviamente augura tiempos buenos, dentro de lo que cabe, para Sinaloa, aunque chillen, brinquen y pataleen los que buscan la desestabilización del gobierno de Quirino.