/PUENTE NEGRO | SINALOA 2021: ¿UN MAÑANERAZO?

PUENTE NEGRO | SINALOA 2021: ¿UN MAÑANERAZO?

Escrito por: Redacción Ruta Sinaloa

|Por Guillermo BAÑUELOS|
Un corazoncito rojo, algunas frases que despertaban amor u odio en el electorado; un movimiento acelerado de cadera y una campaña de veneno puro contra Jesús Vizcarra y Jesús Aguilar, bastaron para construir ‘la Esperanza’ de Sinaloa en 2010. Llegaron los Palillos Chinos. 
¿A que viene esto? Con el 2021 encima (ya está aquí), conviene asomarnos al pasado reciente. 
Veamos el  2010. Malova rompió con el PRI y encabezó una alianza de oposición con caldo de todos los moles. 
Su emblema: una Espada de la Justicia (que nunca esgrimió, por cierto). 
La misión: rescatar de la ignominia (con una administración ‘muy honesta y transparente’ ) a un estado  corroído por el narco y la corrupción del gobierno de, acusaron, Jesús Aguilar Padilla, sucesor de Juan Millán Lizárraga
Con un discurso efectista, ramplón, que apelaba en cada frase y cada gesto a mover las emociones de la gente; fácil para prometer y correr de la enjundia a las lágrimas, Malova se convirtió en un ídolo con decenas de miles de fans. El fenómeno dividió Sinaloa y separó grupos, familias y amistades pues defender a Malova era, sin exagerar, defenderlo hasta la muerte. Pero la idolatría resultó efímera. La malovamanía estalló y se apagó como pólvora de un infiernito. 
Corría el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa. El supuesto incumplimiento de un trato entre Millán y Aguilar, en el sentido de otorgar la candidatura del PRI a Abraham Velázquez Iribe, provocó lo que todos sabemos: un rompimiento abrupto de JSM con Aguilar, y enseguida el llamado ‘Farallonazo’ (destape de Malova), al cual se sumaron poderosos grupos priistas encabezados por los ex gobernadores Francisco Labastida Ochoa y Antonio Toledo Corro, constituidos sorprendentemente en críticos ásperos de su partido, aunque beneficiados antes del célebre ‘dedazo’.
JSM fue punta de lanza en este movimiento en virtud de que era quien tenia suficiente poder y capital político y habilidades para retar al PRI nacional y al representante de éste en Sinaloa: Aguilar Padilla. 
Malova enarboló las banderas del PAN, el PRD, de otros partiditos y tuvo apoyo de algunos otros factores que influyeron definitivamente en los resultados. 
La de JSM fue una historia distinta. En un proceso inédito, logró la candidatura en un proceso interno del PRI en el que el perdedor fue Lauro Díaz Castro, auspiciado por Francisco Labastida, secretario de Gobernación. 
La circunstancia actual es diferente. Sobre todo porque Quirino Ordaz Coppel mantiene sus cartas ocultas y, contra los pronósticos de muchos, ha demostrado habilidades para conducir el proceso político de su partido. Quirino tampoco ha expresado oposición abierta a ningún aspirante. Hay deserciones (Sergio Torres, hoy vestido de naranja) y visos de insurrección dentro del PRI, mas no se han desmadrado los cauces… como en 2010, cuando  la ruptura entre JSM y Aguilar, similar a un pleito entre hermanos, que suelen ser pasionales y dolorosos. 
Pero hay una diferencia profunda entre aquel momento y el actual: en 2010 gobernaba el país Felipe Calderón, quien consintió y celebró el apoyo de su partido, el PAN, a Malova
Ahora es presidente Andrés Manuel López Obrador, ocupado de tiempo completo en consolidar la 4T y enfrentado abiertamente a todo lo que huela a Calderón Hinojosa. 
Parece imposible que López Obrador no interfiera directamente en los procesos estatales. 
Cumplirá apenas la tercera parte de su mandato: el mejor momento de un Presidente, pues quienes lo votaron conservan esperanzas, fe y lealtad férrea hacia el personaje. 
Así, la mano de AMLO se hará sentir en Sinaloa. Si en 2010 el golpe clave fue el ‘Farallonazo’, un ‘Mañanerazo’ podría determinar hoy o mañana mismo lo que ocurrirá aquí en 2021.
Atentos. El tiempo corre aprisa.

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