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Puente Negro: ¡Oxígeno al transporte!

Escrito por: Redacción Ruta Sinaloa

|Por Guillermo Bañuelos| 

La pandemia de Covid-19 golpea con saña al sector transporte, un poderoso motor de la economía nacional. Al igual que otras actividades clave, esta industria requiere grandes dosis de oxígeno,  si no es que una ‘intubación’ que la levante de su agonía.

Aquí, como en las diferentes ramas económicas, no hay estímulos, subsidios u otras medidas emergentes que permitan a los empresarios resarcir sus enormes pérdidas. Cero.

El ‘hágale como puedan’ parece ser la única alternativa, pero el Paracetamol no basta. Requiere oxígeno.

Según el compendio estadístico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) correspondiente al segundo bimestre del año, la industria del transporte resiente una drástica contracción del empleo de 21% en relación al mismo mes de 2019.

En el mismo periodo, la SCT midió una caída récord del producto interno bruto del sector de 39.3% respecto al primer  trimestre de 2020, y una disminución del empleo de 21% en agosto, en relación al mismo mes de 2019.

La reducción de personal fue de un 5.7% en el autotransporte de carga, donde se espera una acelerada recuperación al ser esta una actividad prociclica en la que no se ha paralizado el movimiento de muchos bienes y alimentos. La recuperación del transporte de pasajeros, en contraste, será más complicada.

En la composición del producto interno bruto del sector destacan el autotransporte de carga, con más del 60%, y el de pasajeros, con el 21%.

La SCT maneja las estadísticas del autotransporte federal de carga y pasajeros. No entran en el compendio las cifras relativas a los sistemas urbanos y regional de pasajeros  y de carga en general, en los que los estragos generados por la pandemia no son menores.

Cientos de miles de usuarios del transporte urbano y regional de Culiacán y de otras ciudades de Sinaloa, y la propia autoridad estatal, reguladora de esta actividad concesionada, sin embargo, reclaman mejoras en el servicio, lo que parece imposible lograrse en un corto o mediano plazo.

Con un riesgo de inversión altísimo, cientos de transportistas urbanos asumieron durante los últimos dos años grandes riesgos de inversión con la adquisición de autobuses nuevos. Muchos de ellos ahora no pueden pagar el financiamiento correspondiente debido a la caída en los flujos de pasajeros y de ingresos.

La gran mayoría de los inversionistas cayeron ya en cartera vencida. El escenario no puede ser más dramático.

La del transporte, una actividad esencial, imprescindible, al igual que la ganadería, la pesca, la agricultura y otros sectores sensibles, espera pacientemente y merece una rectificación en las políticas federales de apoyo para enfrentar una pandemia atroz que también ha provocado la muerte de más de 105 mil mexicanos y pone en la lona a la economía nacional.

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