|Por: Carlos Noe Cota|

En Sinaloa se acabó la buena política, ahora hay carencias de figuras, se impone el reciclaje político, sobresale la mercadotecnia, las ideologías quedan en el recuerdo y proliferan los pactos obscuros donde lo que importa es lograr el poder, utilizando incautos, show mediáticos y redes sociales para impactar y publicitarse. Normalmente Las Cámaras de Senadores y Diputados, así como el gabinete presidencial eran quienes dominaban las reservas políticas para la Gubernatura del Estado; pero también algunos municipios produjeron valores con tamaños para pelear esa posición, claro ejemplo de ello el Municipio de Culiacán que llegó a tener políticos de peso como MARIANO CARLÓN, FORTUNATO ÁLVAREZ CASTRO, ERNESTO MILLÁN ESCALANTE, LAURO DÍAZ CASTRO, AARON IRÍZAR CASTRO y JESÚS VIZCARRA CALDERÓN. Sin embargo, ninguno de ellos llegó a ser gobernador.

En el proceso electoral de este 2021 se impuso el Senado, ante la carencia de figuras sinaloense de peso en el gabinete presidencial y la Cámara de Diputados. El Senado mandó como sus candidatos a RUBÉN ROCHA MOYA bajo la bandera MORENA–PAS y a MARIO ZAMORA GASTÉLUM de la coalición “Va por Sinaloa”. Uno de los dos será gobernador de Sinaloa y otro tendrá que retornar al Senado, así lo marcan los pronósticos electorales. Seguramente sus suplentes RAUL ELENES y HERIBERTO GALINDO, se encuentran muy nerviosos.

Actualmente la sociedad está dispuesta a pagar el costo de la sacudida que se da en materia política, la forma de ofrecer la democracia vuelve más complejo la manera de lograr el poder. Hay personas que siguen creyendo que en México debería mantenerse esta estabilidad que supone silencio, que los problemas no se expongan y que no haya debate.

Esa sociedad sigue engañada, manipulada y tiende a desaparecer, su supervivencia es imposible con la globalización de la información. Los tiempos que se viven son muy diferentes al pasado, debemos actualizarnos, investigar, leer, pensar, ser tolerantes y aportar. Hay que poner la mira en cosas como nuestro sistema educativo, que por cierto no está para aplaudir ni festejar; hay que fomentar de manera cotidiana los valores cívicos y democráticos, para que nuestros hijos, nietos y nosotros mismos actuemos como hombres de bien y no como manadas que siguen los cencerros políticos, sin pensar ni reflexionar.

Somos una sociedad que debate sistemáticamente, una sociedad cada vez más informada que desconfía de las promesas de los candidatos a puestos de elección popular. Lamentablemente a veces no entendemos la forma de hacer política en pleno siglo XXI y seguimos entre subidas y bajadas sin poder avanzar como quisiéramos.

El pasado 14 de abril se cumplieron 31 años del fallecimiento de ALFONSO G. CALDERÓN, un gran hombre que dejó su huella en los arenales del tiempo y en la historia de Sinaloa. Nació el 19 de septiembre de 1913 en Calabacillas Chihuahua y fue adoptado por la ciudad de los Mochis, donde batió el lodo con sus pies descalzos, fue obrero con plaza de electricista en el Ingenio Azucarero, gobernó como alcalde el municipio que lo acogió de niño y lo representó en dos ocasiones como Diputado Federal; posteriormente fue Senador de la República y gobernó Sinaloa en el periodo de 1975-1980.

ALFONSO G CALDERÓN, como candidato a la gubernatura hizo una campaña electoral muy especial que debería ser ejemplo a seguir. Arrancó en la sierra en el poblado Picachos, siempre utilizó un lenguaje popular, cercano a la gente. Su lema de campaña fue “Del Pueblo y para el Pueblo”, definió un programa de impulso a los altos y de soluciones prácticas a los problemas más ingentes de las comunidades en materia de servicios públicos.

Su obra fuerte fue el desarrollo de los altos con caminos, servicios públicos, programas agropecuarios y educación. En materia cultural desarrolló un programa de recuperación de los valores y cultos tradicionales, complementándola con la construcción de DIFOCUR y varios teatros populares. En el aspecto administrativo, además de sanear y simplificar los trámites para combatir la burocratización imperante, coronó su obra con la construcción de la unidad administrativa y unidades administrativas en todas las cabeceras municipales.

Mención especial merece el empeño que tuvo por combatir la violencia. Aun cuando en los primeros años se le dispararon los índices delictivos por la descomposición que manifestaban las actividades del narcotráfico, tuvo los arrestos necesarios para imponer orden con el apoyo de la federación y a finales de su sexenio se gozaba de absoluta tranquilidad. Don ALFONSO G CALDERÓN, dejó el gobierno con el reconocimiento de la sociedad en general y hasta sus propios críticos aplaudieron su forma, estilo y el resultados de un gobierno de tipo social.

La tumba donde reposan los restos de ALFONSO G. CALDERÓN, sufre de olvido por muchos de aquellos que fueron protegidos y beneficiados en su gobierno. MANUEL GUILLERMO CHAPMAN MORENO, alcalde con licencia, rindió tributo con su presencia en forma solitaria a un gran hombre que ha trascendido a pesar de que muchos lo dejaron en el olvido.