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Carlos Noé Cota: Campañas Políticas, Ejemplo de Discordia

Escrito por: Redacción Ruta Sinaloa

|Por: Carlos Noé Cota|

No cabe duda que algunas organizaciones, partidos políticos, candidatos y gobernantes no han aprendido las lecciones que ha dejado el pasado en la lucha por el poder en Sinaloa. El proceso electoral por la gubernatura en el 2010 dividió a la clase gobernante, enfrentó familias que a la fecha se miran con rencor, las campañas electorales fueron salpicadas de lodo, supuestamente se involucraron recursos de la delincuencia organizada y se utilizó la estructura de los gobiernos en sus tres niveles para favorecer a candidatos.

Hoy se repite la historia, se grita, se injuria, se amenaza, se demanda y se utilizan dependencias públicas en campañas de promoción al voto. Quienes han sido empresarios ejemplares también pierden el piso, toman partido y le dan al traste a los equilibrios políticos, mientras que los árbitros se achican y utilizan la política del avestruz escondiendo la cabeza pero dejando el cuerpo afuera.

En México y por ende en Sinaloa se presentan dos tipos de cultura: una autoritaria y otra del simplismo democrático. Una oposición irresponsable que busca el poder tratando de captar a este nuevo ciudadano que ya no cree en las explicaciones supra generacionales, históricas, que sufre el atropello ciudadano en la vida diaria por el levantamiento y desmantelamiento de las instituciones, por la pobreza extrema y desigualdad social. Una oposición al gobierno de la 4T que se vende como el mejor ejemplo a seguir. También existe el ciudadano que quiere democracia como una nueva cultura que podríamos llamar “simplismo democrático” que sueña con el cambio pero deja su responsabilidad democrática en manos del vecino.

En la década de los 40, 50 y 60 los ciudadanos era incapaces de comprender las grandes razones del Estado mexicano para cometer infinidad de atropellos. Hoy la gente debe de estar consciente y luchar por defender sus derechos políticos. El corte de caja es crudo y tajante, al interior del PRI- PAN hay grandes grupos autoritarios que buscan vivir de los privilegios del pasado, ya tuvieron su tiempo para demostrar que podían ser mejores y no lo hicieron. También están los que dicen ser demócratas y andan extraviados en MORENA, PT, MC y otros partidos que aún siguen en pañales. Hay personas de edad avanzada que son demócratas en sus convicciones más íntimas y hay personas jóvenes que son dinosaurios de larguísimas colas. Como en botica de rancho hay de todo y al gusto del cliente que al final es quien paga.

El fenómeno de la simulación, de procesos antidemocráticos y lucha por el poder sigue dividiendo a la sociedad, incluso a las familias. Unos cargados a la cultura autoritaria que defienden sus argumentos con uñas y dientes y otros que se dejan llevar por el ruido del cencerro. El autoritarismo no solo se da en la actividad política, también se practica en la vida cotidiana, en las calles, en casa, en la escuela, en tanto que el cinismo se encuentra en todos los rincones, se cobija en la corrupción y cohabita en la intolerancia.
Ser juez y parte ya no convence a nadie. No es posible que sistemáticamente sigamos poniendo en duda todo, dando margen para que los distintos actores políticos hagan uso de esta falta de credibilidad. El PAN, PRI y PRD dicen que ganarán la gubernatura y principales alcaldías en Sinaloa; MORENA-PAS maneja el mismo guion, mientras que la chiquillada asegura que ellos son mejores. Esto desconcierta al electorado y también genera abstencionismo, lo cual nos invita a la reflexión.

 

También preocupa y genera malestar social el financiamiento público que se otorga a los partidos políticos, así como el dinero sucio que se utiliza en los procesos electorales. Se habla de principios, de valores y honestidad. Dirigentes de viejos partidos prometen renovación, modernización y generar buenos gobiernos. Pregunto ¿Dónde está lo prometido?

Andamos tan mal en democracia y política que no sabemos identificar si el Presidente de la República o el gobernador hablan como líderes de sus partidos o como titulares del poder ejecutivo. La separación real y el grado de separación formal son evidente para la sociedad. La sociedad quiere cuentas claras, por ello cuestiona los eventos partidistas donde asisten alcaldes y el gobernador en turno sin distinguir quién es quién.

Las ideologías en la actualidad son endebles y la actuación política muy contradictoria. El temor de perder la elección por la gubernatura está llevando a MARIO ZAMORA y a RUBÉN ROCHA MOYA a tratar de impactar a los ciudadanos y convencerlos de que son la mejor opción. ZAMORA GASTÉLUM cobijado en padrinazgos políticos que no son ejemplo a seguir y ricos empresarios que hablan del bien común, cuando en la práctica luchan por la protección de sus intereses. Por su parte ROCHA MOYA está vendiendo el proyecto de la 4T, con programas sociales que muchas veces generan vicios, pereza y servilismo político.

En la cultura social la historia es producto de diversos cambios. No hay que olvidar que el poder es transitorio. Los hombres se van y los problemas se quedan, los cambios prometidos en materia de economía, salud, educación, corrupción y seguridad quedan en el olvido. Generalmente solo se dan bandazos en lo político y en lo económico enviando señales contradictorias. ¿Este será el Sinaloa que queremos?

 

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